Los Yankees de Nueva York derrotaron ayer por pizarra de 5×4 a los Guardianes de Cleveland con un Walk-Off incluido de Gleyber Torres. Fue un encuentro vibrante de principio a fin donde ambos equipos combatieron de manera férrea y en el cual ocurrieron infinidad de cuestiones, pero no solo deportivas.
Después del cañonazo de Gleyber Torres que puso fin al compromiso, se vivieron hechos bastante lamentables y que pocas veces se han visto en un lugar tan mítico y sagrado como el Yankee Stadium.
Los aficionados locales comenzaron a intercambiar palabras con los jardineros de la escuadra visitante y acto seguido optaron por arrojarles objetos desde la tribuna. Tanto escaló la situación que personas de la seguridad del estadio tuvieron que acercarse y más tarde, los propios jugadores de los Yankees.
La molestia de los hombres de los Guardians fue más que evidente y se elevó hasta un punto en el que incluso uno de ellos, específicamente Myles Straw, se trepó a la valla del jardín derecho para encarar a un seguidor de los Bombarderos y decirle unas cuantas cosas en un tono no muy amigable.
No está contento
Frente a todo esto, el yankee mayor, es decir el timonel del equipo, Aaron Boone, emitió unas palabras en la rueda de prensa posterior al cotejo. Como era de esperarse, reprochó la actitud de quienes se comportaron de mala manera diciendo:
“No hay lugar para tirar cosas en el campo”.
No es algo nuevo
Tradicionalmente, en el rey de los deportes cuando los fans quieren protestar por algo lanzan cosas al terreno. No obstante, acá lo raro es que los de casa estaban ganando y de hecho, así lo hicieron, por lo que es poco comprensible esta deplorable conducta.