La nómina entera de los Yankees de Nueva York fue masacrada a punta de críticas por los fanáticos el año pasado, cuando el equipo no pudo ir más allá del duelo por el comodín de la Liga Americana frente a los Medias Rojas de Boston. Nadie se salvó, es cierto, pero si hubo uno al que señalaron con vehemencia durante todo el 2021 ese fue Aaron Hicks.
El pelotero que defiende el jardín central de los Bombarderos recibió tantos señalamientos que incluso se especuló con que podría ser una ficha de cambio para la franquicia y hasta se le envió a jugar en la pelota invernal dominicana con los Leones del Escogido para darle mayor actividad y ver si podían salvar algo de él. Era un movimiento desesperado por parte de la gerencia yankee, y parece que resultó.
En este 2022 el californiano no ha sido excelente, pero hay una clara mejoría en el apartado ofensivo por su parte. Ahora, ¿A qué se debe esto? Y sobre todo, ¿Qué está haciendo de diferente respecto al último ciclo? Te lo contamos a continuación.
Más paciencia
Contrario a lo que ha ocurrido con la mayoría de sus compañeros, Hicksie ha sido menos agresivo en el plato en esta zafra con respecto a las anteriores. Cuando hombres como Aaron Judge, Giancarlo Stanton y Gleyber Torres han comenzado a hacer swing más temprano en sus turnos, el patrullero ha preferido optar por una postura mucho más conservadora y ver más pitcheos según estadísticas de Baseball Savant.
Eso ha hecho que sus boletos recibidos se eleven (18, lo que deja una tasa de bases por bolas del 19%) y como consecuencia de ello, también su OBP. En este momento su línea ofensiva es de .230/.383/.270, lo que mejora con una buena diferencia aquella de .194/.294/.333 dejada en la campaña anterior.
No obstante, se puede observar un retroceso en el slugging que tiene que ver con el hecho de que solo ha pegado un extrabase (1 cuadrangular) en lo que va de campeonato.
Menos fuerza
Tal y como indicamos en el párrafo anterior, el bateo para poder de A-A-Ron parece haber disminuido. De hecho, la velocidad de salida de sus batazos lo confirma. El contacto con la bola está siendo menos sólido y fuerte que en el pasado y no parece que vaya a mejorar, al menos no ahora.
De todos modos, parece que si las cosas siguen como van, los Yankees tendrán a un pelotero que cambió extrabases por tiempo en las almohadillas, y a decir verdad, eso no es para nada malo.