Durante una temporada en la que los Yankees están teniendo su mejor comienzo desde 1998, ha habido poco que criticar sobre el equipo. Aaron Hicks, sin embargo, ha sido la excepción.
Después de afirmar en los entrenamientos de primavera que su objetivo era tener una temporada de 30 HR/30 SB, es seguro decir que no alcanzará esos números.
Los Yankees firmaron a Hicks con una extensión de contrato por siete años y $70 millones que comenzó en 2019. En ese momento, Hicks venía de un año en el que acumuló 4.2 de WAR, mientras combinaba poder y disciplina en el plato con una sólida defensa en el jardín central. Desde entonces, una avalancha de lesiones le ha robado temporadas y atletismo al jardinero. Hicks solo ha logrado jugar en 192 juegos desde que firmó su extensión.
El historial de lesiones es largo y desalentador
Para el Spring Training 2019 sufrió una tensión en la espalda, se pierde el primer mes y medio de la temporada. Y ese mismo año, en agosto una lesión en el codo requiere una eventual cirugía Tommy John, se pierde el resto de la temporada regular de 2019 (pero de alguna manera juega en octubre).
El año pasado sufre una lesión en la muñeca que requiere cirugía, se pierde el resto del 2021.
En resumidas cuentas el Aaron Hicks que los Yankees tienen en 2022 es la cáscara del jugador que firmó esa extensión en 2019.
Le cuesta un buen dinero al equipo
Esa extensión es parte de la razón por la cual es difícil renunciar a Hicks. Incluyendo la temporada 2022, a Hicks todavía se le deben $40 millones y no será agente libre hasta después de la temporada 2025.
El porqué no lo han intercambiado
Intercambiar a Hicks sería lo ideal. Sin embargo, ningún equipo aceptará su contrato sin que los Yankees asuman un buen dinero o le den un prospecto de valor. Si las cosas van así, sería mejor movimiento de los Yankees simplemente dar DFA a Hicks para hacer el lugar en su lista.
¿Podría Hicks reencontrar el camino?
Parte de lo que hizo de Hicks un gran activo fue su gran brazo para lanzar en los jardines, junto con su poder de 20 jonrones como bateador ambidiestro. No obstante, parece que su brazo no se ha recuperado de la Tommy John y su lesión en la muñeca lo ha dejado sin poder.
Su defensa
En 2016 Hicks estaba registrando de los lanzamientos de campo más rápido jamás registrados por Statcast. Sin embargo, desde su lesión en el codo en 2019, Hicks no ha podido controlar en el prado.
Su bateo
En cuanto al bateo de Hicks, su mayor problema ha sido que no logra hacer daño. Es decir, en los lanzamientos aptos para batear en la zona, Hicks acierta al hacer swing pero no golpea la bola.
Hicks aún camina mucho y tiene una excelente disciplina en el plato. Según Statcast , Hicks está en el percentil 97 en Walk% y en el percentil 93 en Chase Rate, fuertes indicadores de una disciplina en el plato de élite.
Eso es bueno, solo que por otro lado, Hicks está en el segundo percentil en Barrel% y en el tercer percentil en xSLG%.
Este contraste explica perfectamente cómo Hicks no está tomando malas decisiones de swing, sino que ha sido incapaz de castigar a los lanzadores por sus errores. Si Hicks no puede aprovechar su disciplina en el plato en algo más que bases por bolas, no habrá mucho qué hacer por él.
Todo ha sido a raíz de las lesiones
Todo esto se relaciona con su historial de lesiones; el tendón desgarrado en la muñeca que lo dejó fuera de juego durante todo 2021 ha mermado su poder. Lastimosamente la salud terminó afectando sus herramientas y capacidades.
¿No hay esperanzas para Hicks?
Una lesión similar le sucedió a Mark Teixeira durante su tiempo con los Yankees, y tuvo problemas para redescubrir su poder durante mucho tiempo. Quizás los Yankees esperan que le suceda lo mismo a Hicks, y que se vuelva más productivo a medida que avanza la temporada.
Por suerte para Aaron Hicks, los Yankees, siguen ganando juegos, lo que le da algo de gabela para luchar y volver a la productividad antes de una decisión irrevocable.
Al menos Hicks ha mejorado desde final de mayo. En sus últimos 10 partidos lleva una línea ofensiva de .344/ .432/ .438