El jardinero derecho de los Yankees de Nueva York, Aaron Judge, tiene en vilo y expectante a toda la fanaticada del conjunto más ganador en la historia del béisbol por muchas razones. Por estos días, no son solo sus batazos los que se hacen noticia, sino también los rumores sobre su posible renovación, o no, con el equipo.
Eso hace que crezca más y más la atención sobre él así como también la presión, pero no parece afectarle demasiado. A juzgar por su actual estado de forma, lo único que le interesa en este momento a El Juez es batear a diestra y siniestra, y es justo lo que está haciendo.
En el día de hoy le otorgó a los suyos la decimosexta victoria del año con una excelente actuación en la cual destacó con par de cuadrangulares, 3 carreras impulsadas, par de anotadas y hasta un hecho bastante curioso con el que terminó aportando como dicen por ahí: “sin querer queriendo”.
El bambinazo inicial
El primero de los 2 estacazos de vuelta completa que pegó el dorsal 99 de los Mulos del Bronx llegó en el mismísimo inning de apertura. Tras ser puesto out su compañero DJ LeMahieu, Judge aprovechó su turno para mandar la bola a lo más profundo del jardín central. Fue un palo de 453 pies de distancia que inauguró el marcador. ¡Una verdadera salvajada!
La segunda sentencia
Ya en el noveno tramo y con la pizarra 5×4 a favor de los Bombarderos, El Juez volvió a exhibir su poder. Esta vez echó a volar la esférica por el jardín derecho un trayecto de 395 pies sin compañeros en las almohadillas para ponerle cifras definitivas al cotejo de 6×4.
Dato curioso
En la parte alta del séptimo capítulo, el juego se encontraba empatado a 4 rayitas por bando cuando fue el turno del oriundo de California con las bases llenas sin outs en el electrónico. En esta ocasión, sin necesidad de golpear contundentemente la pelota, Judge produjo.
Con un swing arrepentido echó a rodar la reina de las 108 costuras por los predios de la primera base de un modo tan lento que apenas y pudieron hacerle out a él. De esta manera, los Pinstripes desempataron un encuentro que lucía atascado y que a la postre el mismo Aaron remató con su segundo jonrón de la tarde.