Aaron Judge está a un jonrón de los 30 que sería estar a la mitad del camino, pues todo apunta a un año de 60 jonrones o más y se dice fácil, se escribe de un modo displicente como si fuera una mera cuestión de poner caracteres para darle sentido a un situación determinada, pero no, 60 jonrones en una temporada de béisbol no es nada fácil, es algo así como subir el Everest, cruzar los Alpes o cargar la piedra de Sísifo.

Y en este punto, pensando en Sísifo, evoco a la figura de Camus, de Albert Camus, pues hay un toque existencial en toda esta historia, ya que llegar a 60 cuadrangulares, no solo representaría para Aaron Judge entrar a un club selecto de jugadores en los casi 150 años de Grandes Ligas, no, marcaria su futuro para siempre, mucho más cuando a finales de año se hable de agencia libre o extensión de contrato.

Para entender desde otra perspectiva el impacto de los 60 jonrones, tenemos que solo Giancarlo Stanton se asomó a la marca hace cinco años ya, cuando en 2017 disparó 59 bambinazos, mientras vestía la franela de los Marlins de Miami.

La historia

En si todo empezó hace casi 100 años, cuando Babe Ruth despachó 60 pelotas en un 1927, durante una temporada de 154 juegos y hoy Judge, al lado del viejo estadio puede emular al Bambino y el instante será como aquel discurso de despedida de Lou Gherig, único.

Regresando en el tiempo, tenemos que el hilo de los acontecimientos nos traslada hasta aquel año de 1961, cuando Roger Maris bateó el récord de Ruth, casi 35 años después para que a finales de los 90, bajo el halo y la duda y algo de mezquindad incluso, Sammy Sosa y Mark McGwire superaron con creces la barrera, un camino seguido por Barry Bonds y estos instantes, allí, cerrando un siglo y comenzando otro, le cambiaron el sentido mágico a la hazaña, pues el tema de los esteroides lo empañó todo.

Ahí viene una parada, como que el tiempo se detiene y si hay un Ken Griffey Jr, un Alex Rodríguez y un Ryan Howard con más de 50 vuelacercas, la marca se volvió casi imposible otra vez hasta ese año de Stanton con sus 59 batazos de vuelta completa.

La trama

Hay muchos matices detrás de esta trama, nostalgia, sensaciones encontradas, frustración, dolor, gloria y después sobreviene la idea que los 60 son como entrar a un lugar prohibido, un espacio reservado para leyendas y Aaron Judge mira hacia allí, con todo el peso de sus 30 años encima.

No hablamos de algo nuevo para Judge, ya en 2017, en ese mismo año cuando Stanton casi llega a los 60 Judge disparó 52 y fue Novato del Año y segundo en la votación para el MVP y los Yankees tocaron a las puertas de la Serie Mundial otra vez, entonces emerge la duda, ¿ Qué pasara?, si es a mediados o a finales de septiembre, cuando suceda si se llega a concretar, la historia podría reivindicar el momento y Judge por ende, estaría cimentando su inmortalidad, quizás hasta con un anillo de Serie Mundial.