Un día libre,meditación, una sonrisa y ese deseo inmenso de triunfar marcando cada paso; de esta manera las cosas se ven diferentes siempre, en Nueva York, en París, en La Habana, donde sea, pero ayer que puede ser hoy también, estábamos en Arlington y allí en el corazón de Texas, hay un toque particular en el ambiente.

José Adolis García sabe eso, sabe que esta en un lugar especial y además sabía que debía hacer una pausa, su comienzo en Grandes Ligas con los Vigilantes de Texas no había sido tan bueno como pensaba, más bien lento, demasiado lento diría y tal vez por ello ni protestó cuando lo sentaron este sábado ante los Medias Rojas de Boston.

La introspección se imponía, el análisis, buscar las preguntas exactas sobre su swing y su enfoque mental, busco en la banca, preguntó y nadie sabe a ciencia cierta lo que sucedió, pero el domingo las cosas cambiaron.

Momentos

Una atrapada de película, casi a lo Willie Mays, un gran salto incluido para inmortalizar el momento y otra vez la sonrisa; Adolis sabía que había salvado al menos una carrera, miró a Martín Peréz y le dijo que era su juego.

Se jugaba el sexto ining del último partido entre Medias Rojas y Vigilantes y los visitantes ganaban por una, gracias a un doble de Rafael Devers en el quinto ining frente a los envíos del venezolano Peréz.

Adolis le dijo a su compañero que ganaría el juego para él y entre el fildeo en el center field, la promesa y su turno al bate en ese sexto capítulo, transcurrió nada, minutos descompuestos en fugaces fracciones de segundos.

Promesa cumplida

La bola llegó como disparo a lo profundo del jardín derecho y el cubano dándose duro en el pecho señaló al banco, buscando a Martín Peréz, había cumplido con su palabra.

Ese fue el primero de los dos jonrones de Adolis en el juego y con las tres carreras que impulsó, hubiera bastado para que Texas ganara pero no, en el octavo episodio la volvió a votar, remolcando dos más para el plato.

Esta fue la cuarta vez que el criollo pega dos jonrones en un partido y con sus cinco remolques consiguió emular su marca personal.

Apoyo total

Al respecto el mánager de Texas, Chris Woodward aseguró que es genial ver en esa forma a Adolis y es lo que esperan de él.

El caribeño pone a todos de pie en Arlington con su forma de jugar tan explosiva y eso el fanático lo agradece.

Con su labor de este 15 de mayo, Adolis fijó sus números en un nivel más decente, 205 de average, 6 jonrones y 23 carreras impulsadas.

Todos, incluidos Woodward y Peréz piensan que esto sea algo más que una buena racha.