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La rivalidad entre las Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey es una de las más intensas del béisbol invernal dominicano, y esta temporada no ha sido la excepción. Sin embargo, el dominio que el conjunto cibaeño ha impuesto sobre los azules en sus últimos enfrentamientos ha encendido las alarmas en el campamento liceísta. La victoria de este miércoles en el estadio Quisqueya Juan Marichal, con un dramático marcador de 4-3, marcó la séptima derrota consecutiva del Licey frente a las Águilas desde el nombramiento de Yadier Molina como dirigente de los cibaeños.
Una remontada que cambia el panorama
Con este triunfo, las Águilas Cibaeñas se colocaron a un partido del segundo lugar, actualmente ocupado por el Licey, con un récord de 20-18 frente al 21-17 de los azules. Además, la victoria refuerza el impulso de las Águilas tras una rápida recuperación luego de sufrir una barrida en Puerto Rico durante la serie de exhibición Titanes del Caribe. En contraste, el Licey parece hundirse en una espiral de inconsistencias, especialmente en momentos clave donde la producción ofensiva no acompaña el esfuerzo colectivo.
El renacer de Enny Romero y la efectividad del bullpen
El lanzador Enny Romero, quien parece haber recuperado su mejor versión, fue una pieza clave en la victoria. Con cinco entradas impecables, permitiendo solo cinco hits y sin carreras, mejoró su efectividad a un impresionante 1.10, consolidándose como uno de los favoritos para el premio Lanzador del Año. La labor del bullpen también fue crucial, manteniendo el marcador en blanco hasta el noveno episodio, cuando un titubeante Yoan López casi permite una remontada azul.
Por su parte, Alexander Canario, con su cuadrangular en el quinto inning, y Aderlin Rodríguez, con un triple oportuno en la primera entrada, lideraron la ofensiva de las Águilas. Aunque el Licey conectó 10 hits, la falta de oportunismo con corredores en posición anotadora (3 de 14) terminó costándoles el partido.
¿Es sostenible el dominio de las Águilas?
El éxito de las Águilas ante el Licey no parece un accidente. Desde la llegada de Yadier Molina, el equipo ha mostrado una clara mejoría en su enfoque táctico y emocional. La gestión de los lanzadores, las decisiones en momentos críticos y la confianza que el dirigente transmite al grupo han sido determinantes. Sin embargo, queda por ver si este rendimiento se puede replicar contra otros rivales de la liga, especialmente las Estrellas Orientales, líderes del torneo.
El Licey: ¿Una crisis o una mala racha?
Para los Tigres del Licey, la situación es preocupante pero no catastrófica. El equipo tiene el talento necesario para revertir esta tendencia, pero necesita ajustes inmediatos. La ofensiva debe ser más consistente y aprovechar las oportunidades con corredores en base, mientras que el pitcheo, especialmente en las entradas finales, requiere mayor solidez.
El factor emocional también juega un papel importante. Las derrotas consecutivas ante un rival histórico como las Águilas pueden generar frustración y dudas en el vestuario. Es crucial que el cuerpo técnico trabaje en reforzar la confianza del equipo y en ajustar las estrategias para los enfrentamientos restantes.
Conclusión: Una temporada al rojo vivo
Con solo tres juegos de diferencia entre el primer y tercer lugar, la serie regular de la LIDOM se encuentra en un momento decisivo. Las Águilas están demostrando que tienen el potencial para competir por el campeonato, mientras que el Licey enfrenta el desafío de recuperar su consistencia antes de que sea demasiado tarde. Ambos equipos tienen encuentros clave por delante que definirán no solo su posición en la tabla, sino también su moral de cara a la postemporada.
Por ahora, el mensaje es claro: lo de Puerto Rico fue un espejismo. Las Águilas han vuelto con fuerza, y su dominio sobre el Licey podría ser solo el comienzo de una campaña memorable.