Se terminó la temporada regular y en cuestión de horas estaremos presenciando los primeros enfrentamientos de las distintas series de comodines de Grandes Ligas. En esta temporada regular contamos con muchas historias y momentos emblemáticos, pero uno de los más llamativos y esperados fue el momento cuando Albert Pujols conectó su cuadrangular 700 que llegó en el Dodger Stadium, antiguo hogar y que lo acogió con mucha alegría.
Pero si te dijeran que este momento pudo no haber ocurrido, que toda esta alegría que recibimos al ver dicho batazo pudo haberse quedado en un sueño, ¿qué pensarías?
En la ceremonia de despedida de Albert Pujols y Yadier Molina, celebrada en el Busch Stadium antes del último partido de la temporada en casa, Pujols dijo que muchas veces le paso por la mente retirarse pero que su gran fe le ayudo a continuar.
Hoy el periodista John Denton publicó que dicho momento pudo haber sido en junio, fecha donde Pujols atravesaba un pésimo momento. En el mes de junio bateo .158/.214.211 con 0 cuadrangulares y dos carreras remolcadas. Esto se sumaba a dos meses lentos, que dejaban su línea ofensiva en .198/.294/.336 con cuatro cuadrangulares y 17 remolcadas en 116 turnos al bate hasta el mes de junio.
Con esos números y la forma en como le estaba yendo, era imposible pensar en que los meses siguientes se podría levantar y por eso una opción sería el retiro en la primera mitad de temporada. John Mozeliak, presidente de operaciones de béisbol, estaba entre los que sabían que Pujols contemplaba retirarse en junio, pero su fe y algunas personas le apoyaron para que continuara persiguiendo la meta.
Por esto a principios de julio, Pujols le informó a su dirigente Oliver Mármol, al entrenador de bateo Jeff Albert y su amigo Alex Cintrón, que había descubierto algo que le podría ayudar.
“Cuando tienes buenas personas a tu alrededor y te están animando y te das cuenta de que Dios te ha abierto tantas puertas, hombre, vuelve a poner las cosas en perspectiva”, dijo Pujols. “Decidí, ‘¡Voy a seguir con eso!’ Sabía que tarde o temprano iba a venir y cambiar para mí, porque no puede ser como si fuera todo el año”.
En julio Pujols conectó tres cuadrangulares y remolcó siete carreras mientras su línea ofensiva se elevaba a .320/.364/.580. El milagro estaba sucediendo y aunque faltaba un camino por recorrer, en agosto las cosas se pusieron mejor al conectar ocho cuadrangulares y elevar su línea ofensiva a .361/.420/.803, empezando a superar su debilidad ante lanzadores derechos, el talón de Aquiles en los primeros meses.
El milagro seguía sucediendo, lo que parecía imposible, había tomado forma y todos estaban pendientes a cada turno que le acercaba a la historia, siendo el 23 de septiembre el día que todo se hizo realidad, con dos cuadrangulares se unía a uno de los clubes más exclusivos de las Grandes Ligas, el de los 700 cuadrangulares . Pujols bateo .275/.352/.650 con 9 cuadrangulares y 27 carreras remolcadas entre septiembre y octubre, logrando superar la marca de los 700 cuadrangulares y dejando atrás a Ruth en carreras impulsadas.
Lo más importante de cada batazo de Pujols es que además de ser históricos, ayudaron a la causa de su equipo, pues desde el 30 de julio al 7 de septiembre, conectó nueve cuadrangulares y los Cardenales tuvieron marca de 28-8 para pasar de estar cuatro juegos abajo en la clasificación de la División Central de la Liga Nacional a nueve juegos y medio adelante.
Los Cardenales están en postemporada y Pujols quiere retirarse por todo lo alto con un campeonato, lo que convertiría esta historia en tremendo guión de película.
“Es mi último año y quiero salir con lo mejor de mí. Y lo mejor de mí es ganar un campeonato”, comentó Pujols.
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