Albert Pujols es uno de esos pocos peloteros a los que no se les puede reprochar absolutamente nada, eso seguro. Este dominicano futuro integrante del Salón de la Fama de Cooperstown es por lejos, una de las grandes figuras del béisbol de nuestros tiempos.
Con hazañas increíbles y múltiples premios individuales y también a nivel colectivo, ha forjado una historia como pocos en el deporte de las bolas y los strikes y eso hay que respetarlo. Desde Series Mundiales hasta premios MVP, pasando por Bates de Plata y hasta un par de Guantes de Oro, nada se le ha resistido a La Máquina.
LEER MÁS: Aaron Judge no soporta ver a Vladimir Guerrero Jr.
Sin embargo, lo que ocurrió hoy sí que es su responsabilidad, aunque tomando en cuenta de que esta es la última temporada de Pujols como grandesligas, puede que quede incluso como un hecho jocoso del que nos reiremos años más tarde.
El robo fallido
Esta tarde contra los Cerveceros de Milwaukee, Albert tomó una decisión bastante cuestionable desde el punto de vista de los intereses de sus Cardenales de San Luis. Perdían 1×0 los pájaros rojos en el segundo episodio y corría el nacido en Santo Domingo en la intermedia mientras había 1 out en la pizarra.
Estaba en el plato consumiendo turno Paul DeJong y en las piernas del veterano de 42 años estaba la carrera del empate, lo más lógico era que esperara a ser remolcado, pero no fue lo que hizo. En cambio, ante el asombro de todos, el número 5 intentó sorprender al lanzador robándole la tercera almohadilla, ya que no estaba siendo custodiado.
Aun así, debido a su lentitud, a la defensa de los Brewers le sobró tiempo para retirarlo de manera cómoda en la antesala y poner en 2 outs el inning.
El hecho levantó una ola de bromas y chistes en redes debido a lo poco veloz que fue el avance del hoy bateador designado y otrora inicialista de los Cards.
Ahora, San Luis pierde 5×1 en la octava entrada, a la vez que de seguro se lamenta haber desperdiciado la oportunidad de empatar las acciones gracias a la osadía de su pelotero franquicia.