Desde su regreso a los Cardenales de San Luis, Albert Pujols tiene entusiasmada a la afición del equipo. Su vuelta supone el regreso de decenas de recuerdos de unos fanáticos ante los que el dominicano exhibió su mejor versión como pelotero y logró todo lo que un beisbolista puede lograr en las Grandes Ligas.

De hecho, poco importaba su aporte en términos deportivos, lo que realmente interesaba era el que el hijo prodigio de la institución volvía a casa. El cariño hacia él no se hizo esperar y cada vez que saltaba al campo era un estallido de júbilo en las tribunas del Busch Stadium.

Pero, ahora que todo eso se ha calmado un poco y de que ya todos se hicieron la idea de que La Máquina vestirá el uniforme de los Cards de aquí hasta su retiro al final de la temporada, cabe preguntarse: ¿Qué pinta el dorsal 5 en el lineup del cuadro de Misuri? ¿Cuál es su función y qué pueden esperar de él los fans de los pájaros rojos?

Mejor de lo imaginado

Aunque muchos daban por muerto a un hombre de 42 años que no está en su mejor época, las cosas han ido mejor para él de lo que cualquiera hubiera podido vaticinar. No ha sido uno del montón ni una pieza de relleno, sino de los principales elementos ofensivos de un equipo que a día de hoy gobierna la División Central de la Liga Nacional con registro de 5 victorias y 3 derrotas.

LEER MÁS: El poder quisqueyano se hizo sentir en triunfo de Blue Jay (VIDEOS)

En ese periodo, Pujols ha participado en 4 encuentros, siendo utilizado de manera muy inteligente por el mánager Oliver Mármol. Hasta ahora, su línea ofensiva es de .333/.412/.733, producto de 5 hits en 15 turnos, de los cuales 2 han sido jonrones. Porque sí, aún le queda poder al slugger nacido en Santo Domingo.

También ha impulsado 4 carreras y ha anotado otras 3, dando muestras fehacientes de que no solo puede liderar a sus compañeros con la palabra, sino también con el bate.

Y ahora, ¿Qué?

Está bien, muchos podrán afirmar que solo son 4 juegos y que en algún punto del trayecto comenzará a caer, y quizás sea así, pero lo cierto es que Tío Albert tiene como impulso un motor que nunca le falló durante su trayectoria, y ese es las ganas de hacer historia.

Ahora mismo, se encuentra a 19 vuelacercas de los 700 y a 15 de Alex Rodríguez (696), solo le falta alcanzar 27 almohadillas más para superar a Willie Mays (6080) en bases totales y quedar como tercero en la historia, y apenas 9 y 13 imparables le separan de Eddie Collins (3315) y Paul Molitor (3319), respectivamente, undécimo y décimo en la lista de máximos hiteadores todos los tiempos.

Estas marcas personas pueden ser el factor determinante que catapulte a la franquicia de los Cardenales de San Luis con su jugador más emblemático de este siglo a la cabeza. ¿O acaso todo eso no suficiente gasolina para que La Máquina siga rodando?