Cuando el reloj marque las 7:15 p.m. en la República Dominicana este martes, uno de los peloteros del país más queridos en los Estados Unidos, podría estar recibiendo una llamada que literalmente cambie su vida.
David Américo Ortiz Arias, mejor conocido como el Big Papi, podría recibir la noticia de que entraría al Salón de la Fama de Cooperstown como el cuarto pelotero dominicano en convertirse en inmortal.
Eso lo uniría a Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero como los únicos quisqueyanos con un nicho en el museo de los inmortales y apenas el segundo que lo logra en su primer año en la boleta.
Con un curriculum de tres anillos de campeón, un premio al Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Americana (2004) y otro de la Serie Mundial (2013), además de 541 cuadrangulares y 632 dobles, Ortiz tiene de sobra las consideraciones para ser un nuevo miembro de Cooperstown.
Ortiz se convertiría, además, en apenas el tercer bateador designado en el Salón de la Fama, uniéndose a Frank Thomas y a Edgar Martínez.
De acuerdo con el último reporte emitido el lunes al mediodía, el antiguo bateador designado de los Medias Rojas de Boston presentaba un porcentaje de un 83.7% de los votos emitidos.
Para ser escogido para Cooperstown es necesario alcanzar por lo menos un 75 por ciento de los sufragios, marca que hasta el momento sólo superan el Big Papi y otros dos candidatos, Barry Bonds con 77.5 y Roger Clemens con 76.4. Ambos en su último año de elegibilidad.
Los datos corresponden al cómputo de 178 boletas, lo que representa un 45.4% de las 392 emitidas públicamente por los integrantes de la BBWAA que sufragaron en diciembre pasado.
David, quien está en su primer año en el listado de elegibles para la inmortalidad, se retiró en 2016, tras registrar un exitosa trayectoria de 20 años en las Grandes Ligas con los Mellizos de Minnesota y los Medias Rojas de Boston.
Fue con los Medias Rojas, equipo al que ayudó a ganar 3 Series Mundiales, que alcanzó el estrellato, al punto de convertirse en uno de los más temibles bateadores de su generación.
Ortiz terminó su carrera con promedio de bateo de .286, 2,472 hits, 1,768 carreras remolcadas, OBP de .380, Slugging de .552 y OPS de .931.
Resultó seleccionado al Juego de Estrellas en 10 ocasiones, ganó 7 Bates de Plata como designado, remolcó 100 o más carreras en 10 temporadas y en 10 campañas superó los 30 cuadrangulares, 3 veces los 40 jonrones y en una oportunidad disparó sobre 50 vuelacercas.
Como bateador designado ostenta el récord de las Ligas Mayores de más cuadrangulares (485) y carreras producidas 1,569) de por vida y es dueño del total más alto de jonrones en una estación con 47, en 2006.