La temporada de los Philies de Philadelphia ha sido de locos, una de esas en las que equipos cobardes se vuelven valientes y terminan siendo campeones o teniendo en buen año al menos y pudiera parecer La roja insignia del coraje de Stephen Crane pero no, más allá de las analogías, simplemente se trata de una interesante historia del béisbol.

Los Philies han luchado, contra la ineptitud de Joe Girardi, contra la desunión y la ausencia de una dinámica de grupo; las dudas de Alec Bohm, la mala forma de Rhys Hoskins y un halo de maldición que comenzaba a ceñirse sobre el proyecto del gerente Dave Dombrowski.

El precedente

Entonces cuando el pasado 25 de junio, Bryce Harper debió abandonar el juego ante los Padres de San Diego luego que una recta de 95 millas de Blake Snell impactara en su muñeca, las alarmas se prendieron y como si fueran las campanas del juicio final, todos pensaron que la temporada acababa allí, sin Harper no habría chance de nada, pero no…

Hoy, al momento de escribir este texto, los Philies con marca de 58-48 y 8 juegos ganados de sus últimos 10, son terceros en la división este de la Liga Nacional pero serios contendientes a llevarse uno de los puestos de comodín en el viejo circuito.

Todo cambió, Alec Bohm batea 400 desde finales de junio, Kyle Schwarber calentó motores y se encendió con el madero y sus 34 jonrones lo ubican de líder en la Liga Nacional y uno de los referentes ofensivos en la escuadra de Philadelphia.

Perspectivas

De igual modo Rhys Hoskins ha ido encontrando el paso y JT Realmuto se ha mantenido consistente pero lo mejor que podía pasar es que Harper debe estar listo para volver al juego a finales de agosto, justo en el momento que más el equipo lo va a necesitar.

Sin dudas es la mejor noticia para un elenco que lleva una década sin Play Off, más cuando hablamos del jugador franquicia y el MVP de la temporada anterior.

No obstante, más allá de la nota sobre su regreso y su posible condición física, Harper está aprovechando este tiempo previo para pulir sus capacidades en otra profesión, la de comentarista de televisión.

Mostrando sus dotes

La estrella estuvo la transmisión del canal de los Philies en el juego más reciente y durante cinco entradas compartió sobre varios temas; bromeó y comentó acerca de elementos importantes a tener en cuenta para asumir el rol de jugador de Grandes Ligas.

Harper acompañó a Scott Franzke y John Kruk en el estudio, habló también sobre Rhys Hoskins y como su concentración lo podía llevar a un nivel superior dentro del juego, ello a propósito de un largo cuadrangular que soltó el jugador en el partido.

Al mismo tiempo Harper recalcó la importancia del entrenador de bateo pero señaló que lo primordial es la preparación psicológica para salir cada día a la grama.

Presto a regresar

El jardinero aseguró que no piensa en un plan específico para asumir en el momento que retome la temporada, sino que irá paso a paso, juego a juego.

Tal como refieren el Philadelphia Inquirer y MLB.com , Harper se vio cómodo, con cierta soltura incluso, quizás de modo inconsciente, preparando el terreno para su nueva profesión tras el retiro.

Pero seguro no piensa en eso, su mente está puesta en regresar y ayudar al equipo, antes de salir llevaba una línea ofensiva propia de un MVP, 318 de average, 15 jonrones y 48 carreras impulsadas pero igual, Bryce Harper sabe que lo primero es el equipo y después lo demás, es el líder natural, el alma de este nuevo proyecto y debe asumir.