David Wells fue un tipo polémico, polémico y controversial y lo sigue siendo como locutor y comentarista de MLB, pero fue de los buenos y ahí están sus números.

Para muchos entendidos, David Wells fue uno de los mejores zurdos de su época; 239 victorias, 2200 ponches y una efectividad de 4,13 para reflejar su consistencia en el box por más de veinte años.

Wells siempre fue conocido por ser un tipo franco, de esos que no se andan con pelos en la lengua y al que se le ocurrían las ideas más locas, como aquel día que salió a lanzar con un sombrero.

La historia

El 28 de junio de 1997 recién llegado a los Yankees de Nueva York, Wells subió al montículo con un sombrero de Babe Ruth que había comprado por 35 000 dólares.

Wells fue multado con 2500$ y recibió un serio regaño del manager Joe Torre pero igual el zurdo se sintió orgulloso de mostrar su respeto por Ruth.

David Wells tuvo su mejor año con los Mulos en 1998, al ganar 18 juegos y se convirtió en un pilar del elenco campeón de la Serie Mundial ese año.

Ese fue el segundo anillo del legendario serpentinero, pues en 1992, vistiendo la franela de los Azulejos se había llevado el máximo galardón.

La revelación

Wells se retiró en 2007 y quince años después, hace solo unos días atrás contó una historia interesante, una revelación dentro del universo yankee.

En el podcast, Toeing the Slab, conducido por su amigo y ex compañero en su período con los Bombarderos, David Cone, el veterano contó como estuvo a punto de darle una golpiza a El Jefe, como se le conocía al mítico, George Steinbrenner.

El suceso

El suceso tuvo lugar en 1997, cuando en un encuentro con los fanáticos en las proximidades del jardín derecho del Yankee Stadium, Wells le comentó a Steinbrenner sobre la posibilidad de arreglar las cercas por ese lado del terreno a lo que El Jefe respondió con un ataque directo.

El ex dueño de los Yankees aprovechó la oportunidad para decirle a Wells que no era el pitcher por el cual había firmado y al ser increpado por Wells,  El Jefe le dijo que había intentado cambiarlo pero nadie lo quería.

El zurdo contó que eso lo enfureció y encaró sin titubear al magnate pero este ni se inmutó y la discusión tomó más connotación, llegando al vestuario incluso.

Solo palabras pero…

David Wells alegó que los ánimos se caldearon pero todo quedó en palabras pero sintió deseos de golpear a George Steinbrenner.

Al otro día terminó en la oficina de Joe Torre disculpándose y zanjando con un abrazo la querella.

Sin dudas una anécdota inédita que no deja de impresionar a fanáticos y especialistas en general.