El resto del roster ha ayudado a compensar las fallas de la ofensiva, manteniendo al equipo en un ritmo respetable a medida que se acerca junio. Pero de este equipo se esperaba más. Mucho más.
Kevin Gausman, ha sido uno de los mejores jugadores del equipo hasta el momento. Y explica que:
“Simplemente no hemos tenido un bateo oportuno”.
Y aunque las cosas no son tan simples como las resume Kevin, sí tiene razón al señalar que el bateo no ha respondido en los momentos claves. De hecho, Toronto ha sido el peor equipo de la liga al batear con corredores en posición de anotar. Hasta el 26 de mayo, el OPS de los Azulejos en esa situación fue 135 puntos peor que con las bases vacías, una brecha notable e insostenible.
Los números subyacentes no respaldan tales estadísticas. El diferencial de carreras de los Azulejos se ha mantenido parejo. Y están golpeando la pelota significativamente más fuerte que el equipo promedio.
Uno de los grandes ausentes en cuanto a ser productivo con el madero ha sido Matt Chapman. Quién no ha estado cerca de producir al nivel de lo que se podría esperar de él. El antesalista dijo:
“Hay espacio para mejorar sin explotar. Creo que todos saben que somos mucho más capaces de lo que hemos estado haciendo. Todavía estamos en una buena posición. No es una situación deba detenernos“.
En algunos casos, es difícil culpar a la suerte. En otros, es una agresividad excesiva. Vladimir Guerrero Jr. admitió la semana pasada, a su llegada al Angel Stadium, que ha ampliado su zona de strike esta temporada respecto a su temporada de calibre MVP en 2021. Esa fue la principal diferencia entre los dos años, dijo, no ningún ajuste que lanzadores hayan hecho contra él.
Con total franqueza además se expresó comprometido a mejorar:
“Pero estoy trabajando para ser más selectivo”.
En general, el equipo tiene luces que se permiten brillar pese a algunos faroles apagados. Una luz ha sido el jardinero central George Springer, el único bateador que se ha estado destacando esta temporada. Otro punto brillante es el diestro, la estrella de segundo año, Alek Manoah.
Gausman pasó la temporada pasada con los Gigantes de San Francisco, siendo parte de las históricas 107 victorias del equipo de La Bahía. Entiende el papel que juega la suerte en una temporada exitosa. Los Azulejos, dijo, no se han beneficiado aún de una buena racha, pero que la misma se avecina.
“Tienes que pensar que, en algún momento, la marea cambiará”.
Chapman, está ansioso por contribuir en su primera temporada con Toronto, cosa que todavía no consigue.
“No estoy obteniendo los resultados que quiero, pero también he tenido muy mala suerte esta temporada. Creo que estoy en el 10% superior que el resto en MLB en porcentaje de barril y velocidad de salida. Estoy golpeando las bolas con fuerza. Estoy golpeando mucho la pelota y no consigo hits”.
Tuvo razón en lo que dijo según sus métricas en Statcast. Mismos que indican que también ha sido excepcionalmente paciente. Sin embargo, su promedio de bateo fue de solo .187.
El comienzo poco espectacular de Toronto no debería borrar las expectativas de pretemporada puestas en los Azulejos. El talento y la ilusión permanecen.