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La reciente oleada de lesiones entre los lanzadores de la MLB ha puesto de manifiesto una preocupación creciente dentro de la liga. Desde estrellas emergentes hasta veteranos establecidos, parece que nadie está a salvo de caer víctima de esta tendencia preocupante. Sin embargo, la causa detrás de esta epidemia de lesiones puede ser más obvia de lo que parece a simple vista.
La tendencia a lanzar cada vez más rápido y con mayor intensidad parece ser la raíz del problema. En lugar de priorizar el control y la precisión sobre la velocidad pura, muchos lanzadores jóvenes están optando por lanzar a velocidades extremas en cada lanzamiento. Este cambio en la filosofía de lanzamiento, impulsado en parte por programas de desarrollo basados en datos como Driveline Baseball, está ejerciendo una presión insostenible sobre los brazos de los lanzadores.
El ejemplo de lanzadores como Justin Verlander, que lograron una carrera exitosa en las Grandes Ligas sin depender exclusivamente de la velocidad extrema, destaca la importancia del control y la variedad de lanzamientos. Es fundamental que los jóvenes lanzadores aprendan a confiar en su arsenal completo y no se centren únicamente en alcanzar velocidades de lanzamiento récord.
La lesión de Spencer Strider, uno de los lanzadores más destacados afectados por esta epidemia, plantea interrogantes sobre el futuro de los equipos y jugadores involucrados. Aunque su ausencia será sin duda un golpe para los Bravos de Atlanta, el equipo aún conserva una sólida rotación de lanzadores capaz de competir a un alto nivel. Sin embargo, la lesión de Strider subraya la necesidad de abordar el problema de las lesiones de los lanzadores de manera integral en toda la liga.
En última instancia, resolver esta epidemia de lesiones requerirá un enfoque multifacético que incluya una mayor educación sobre la importancia del control y la variedad de lanzamientos, así como medidas para garantizar la salud y el bienestar a largo plazo de los lanzadores. Solo entonces la MLB podrá abordar adecuadamente este desafío y proteger a sus jugadores de lesiones innecesarias.