Todavía los ecos del fiasco de Joey Gallo siguen rondando en el universo de los Yankees de Nueva York y los sucesivos comentarios respecto al tema así lo demuestran, hasta algunos piden el regreso del jardinero y hasta aseveran que nunca debió salir, pues Andrew Benintendi no acaba de engranar como se esperaba; como sea la idea del fiasco es real y el culpable, el hombre que todos quieren meter en la hoguera, es el de Brian Cashman.

Unos lo tildan de caprichoso, de poco comunicativo, otros hasta hablan de un tipo con miedos, cargado de dudas y hoy está Gallo, pero antes estuvieron Sonny Gray y Jacoby Ellsbury, por mencionar los casos mas sonados de jugadores que debieron ser referentes pero quedaron muy por debajo y ello sin olvidar a figuras como Brian McCann, Carlos Beltrán, Adam Ottavino, Zach Britton, que tampoco rindieron lo esperado y la personalidad de Cashman, con esa mirada a ratos camaleónica, vuelve a cargar las culpas.

Quizás se tratara de otro equipo, el tema de las contrataciones, de los movimientos, de los distintos rejuegos comerciales, de ser otro equipo, podría pasar como algo normal pero no, son los Yankees de Nueva York, el elenco más ganador, el equipo insignia del beisbol y trece años después de ganar su última Serie Mundial en 2009, los Bombarderos del Bronx han bregado con altas y bajas en cada una de estas temporada, estando a veces más cerca, en otras quedando en el camino, pero siempre dando la idea de fracaso.

Si algo faltaba para atizar la hoguera era la combinación de factores que se dio este fin de semana en San Luis, cinco innings perfectos de Jordan Montgomery y un desastre de salida de Frankie Montás, a todas luces el santo grial de los mulos en este verano.

La gente pide resultados y rápido y estos no parecen por ningún lado y si fuera poco, también los Yankees llevan cinco derrotas en filas, su peor racha desde septiembre último cuando perdieron siete juegos.

Las dudas crecen, pues en el momento menos indicado, el equipo ha comenzado a dejar de funcionar y de mostrar la mejor versión de los Bombarderos del Bronx, han pasado a dar la idea de no poder pasar la postemporada, quizás ni la Serie Divisional, ello a pesar de ser líderes en el este de la Liga Americana; se trata de una cuestión de forma y de mentalidad.

Todos siguen creyendo que Cashman debió haber hecho mejores movimientos, ser más arriesgado y la estela de decepciones aumenta con la incertidumbre alrededor de Aaron Judge marcando la pauta, además de que Gerrit Cole tampoco ha sido ese as determinante, capaz de llevar al equipo a la Serie Mundial, lo mismo llega y propina diez ponches y domina a placer que recibe tres jonrones en una misma entrada, como pasó con los Marineros de Seattle hace apenas unos días.

La crítica se impone, eso es un hecho y elementos sobran para ello, pero también es real que este no es el contexto para hacer leña del árbol caído como versa el refrán; las decisiones se tomaron y la temporada avanza rumbo a la recta final; Cashman está en el ojo del huracán, pero habrá que esperar.

Si se impone la purga o no, el tiempo dirá, pero todo es cuestión de tiempo…octubre dirá.