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Carlos Carrasco se enfrenta a un nuevo desafío en su extensa trayectoria en las Grandes Ligas. A sus 37 años, el lanzador venezolano ha firmado un contrato de liga menor con los Yankees de Nueva York, con la esperanza de demostrar que aún tiene gas en el tanque y puede aportar en la rotación o el bullpen del equipo del Bronx.

Este movimiento llega después de una complicada temporada con los Guardianes de Cleveland en 2024, en la que registró una marca de 3-10 y una efectividad de 5.64 en 21 aperturas. Sin embargo, su experiencia y su capacidad para reinventarse podrían convertirlo en una pieza valiosa para una franquicia que busca profundidad en su cuerpo de lanzadores.

Los Yankees y su búsqueda de estabilidad en el pitcheo

La firma de Carrasco por parte de los Yankees no es una coincidencia. A pesar de contar con una rotación de abridores de primer nivel liderada por Gerrit Cole y reforzada con la llegada de Max Fried, el equipo ha sufrido bajas importantes en su cuerpo de lanzadores.

Las salidas de relevistas clave como Tommy Kahnle y Clay Holmes, junto con el traspaso del cubano Néstor Cortés a los Cerveceros de Milwaukee, han dejado vacíos en el bullpen que un brazo veterano como el de Carrasco podría ayudar a llenar.

Si bien Carrasco ha sido abridor la mayor parte de su carrera, su experiencia y versatilidad podrían convertirlo en una opción viable como relevista largo, un rol que ha cobrado cada vez más importancia en el béisbol moderno.

Una carrera marcada por la resiliencia

Carlos Carrasco no es un lanzador cualquiera. Su historia en las Grandes Ligas es un testimonio de perseverancia y superación. En 2019, fue diagnosticado con leucemia mieloide crónica, una noticia que puso en duda la continuidad de su carrera. Sin embargo, tras someterse a tratamiento, logró regresar al montículo y desde entonces ha realizado 117 presentaciones, acumulando 547.1 entradas lanzadas.

A lo largo de sus 15 temporadas en MLB, el derecho ha compilado un récord de 110-103 con una efectividad de 4.14 en 324 juegos. Ha sido un ponchador consistente, con un promedio de 9.1 ponches por cada nueve entradas, sumando un total de 1,662 ponches en 1,641.2 innings.

Su mejor temporada llegó en 2017 con los entonces Indios de Cleveland, cuando lideró la Liga Americana en victorias con 18 y registró una efectividad de 3.29 en 200 entradas. Su desempeño lo llevó a finalizar en el cuarto lugar en la votación del premio Cy Young, consolidándolo como uno de los mejores lanzadores de aquel año.

¿Qué puede aportar Carrasco a los Yankees?

A pesar de sus problemas en los últimos años, Carrasco sigue siendo un lanzador con herramientas interesantes. Su repertorio incluye una recta que aún puede alcanzar las 92-94 millas por hora, un slider efectivo y un cambio de velocidad que ha sido su arma más letal a lo largo de su carrera.

Para ganarse un lugar en el roster de los Yankees, necesitará demostrar que puede ser consistente y que sus problemas recientes en Cleveland fueron más circunstanciales que una señal de declive irreversible. Su experiencia en postemporada y su liderazgo en el clubhouse también podrían ser factores a su favor.

El caso de Carrasco recuerda a otros veteranos que, tras firmar contratos de liga menor, han encontrado una segunda oportunidad en Nueva York. Un ejemplo reciente es el de Bartolo Colón, quien revivió su carrera con los Mets tras un periodo de incertidumbre.

Conclusión: ¿Última oportunidad o renacimiento?

La firma de Carlos Carrasco con los Yankees representa una última oportunidad para prolongar su carrera en Grandes Ligas. A su edad y con un rendimiento irregular en los últimos años, el venezolano sabe que está ante un reto mayúsculo.

Si logra recuperar parte de su mejor versión, podría convertirse en un refuerzo inesperado para los Yankees en la recta final de su carrera. De lo contrario, esta podría ser su despedida del béisbol de élite.

Lo cierto es que Carrasco ha demostrado una y otra vez que nunca se le puede descartar. Su historia es la de un guerrero, y el Bronx será su próximo campo de batalla.

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