Hay momentos en que uno lo mira y parece una mezcla de esos personajes salidos de la mente de William Faulkner y lo veo mirar así, serio, tan serio que a veces mete miedo con esa sonrisa entrecortada; como uno de esos hombres duros, un tipico plantador sureño en !Absalón, Absalón!

Y podría ser pues, está el carácter fuerte y esa frialdad propia de los habitantes de esa parte de Estados Unidos, podía ser pero el destino le tenía reservado otro lugar a Chipper Jones, un lugar allí en la esquina de un diamante de béisbol.

El ambiente

En Atlanta, en el sur profundo de los Estados Unidos, en todo el sur de los Estados Unidos diría y más allá, Chipper Jones es venerado como uno de los grandes símbolos del béisbol en la historia reciente de este deporte.

Hablamos de que Chipper Jones posee tanta fama como Roberto Lee o Jefferson Davies y nació en Florida un 24 de abril de 1972, pero desde 1990 entró a formar parte de los Bravos de Atlanta y desde entonces el pacto sería para siempre y la fama también.

Y están Gregg Maduxx, También Josh Smoltz y Tom Glavine, que es lo mismo decir un trío selecto de la realeza del béisbol en todas las épocas; están ellos tres y también Chipper Jones.

Historia viva

La historia del béisbol en los 90 no se puede contar sin los Bravos de Atlanta; están los Yankees de Nueva York y sus cuatro Series Mundiales con el mítico Joe Torre haciendo de timonel pero también los Bravos fueron grandes animadores del pasatiempo nacional por aquel entonces.

Y la historia pudiera empezar por 2012, que sería empezar por el final o incluso dar un salto adelante y llegar a octubre de 2021 cuando los Bravos de Atlanta ganaron la Serie Mundial; podría ser así pues tiene entre el retiro de Chipper Jones y el anillo de la temporada pasada hay un hilo común…la mística, la tradición, la mentalidad de la franquicia, se recoge en el legado del legendario tercera base.

Podría empezar por el final que también puede ser el comienzo y es que tras el adiós se inmortalizó la leyenda de Chipper Jones, pero no…iremos atrás.

La personalidad

Larry Wayne Jones o Chipper Jones como conocemos a la leyenda, debutó en aquella histórica temporada de 1995 y lo hizo por todo lo alto, quedando como el Novato del Año de la Liga Nacional y siendo artífice del triunfo de su equipo en la Serie Mundial.

Para ese entonces la huella de Hank Aaron signaba las pautas a seguir en la franquicia, eran pasado y presente de los Bravos y hoy sigue siendo así pero ya la perspectiva es diferente; Aaron está en su sitial, allí intocable, Jones lo mira desde bien cerca.

En este punto, todo se puede resumir en la placa de Chipper Jones en Cooperstown…es uno de los mejores bateadores ambidiestros de todos los tiempos.

Más que números

Y es así de emocionante su carrera de casi 500 jonrones, 468 para ser exacto y un average de 303 en 19 temporadas; sin dudas números de un Salón de la Fama.

Chipper Jones debutó en 1995 y ya en 1999 ganaba el premio MVP y todavía en el universo beisbolero se recuerda ese año de sus 45 jonrones.

Y está esa temporada pero también están las seis con 30 o más jonrones, tal vez como un destello fugaz de todo lo que vino después.

Una historia impresionante, de constante superación y entrega por el juego; cuando con 36 años, Jones apuntaba al retiro, allá por 2008, se aparece con un 364 de average y el impacto es colosal, todos aplauden y se rinden ante él.

Aquello fue algo tan grande, único diría, el reflejo de un pacto hecho a la medida entre el terreno y el jugador; Chipper Jones estaba destinado a triunfar y fue así, hoy otra vez, volvemos a aplaudir.