Como un titán, así, tal vez como el mismo Prometeo y la analogía suena perfecta, pues los Yankees de Nueva York necesitaban una luz, algo que iluminará su camino otra vez en esta temporada y entonces llegó Giancarlo Stanton, como el célebre personaje de la mitología griega y le entregó el fuego a los Bombarderos del Bronx.

Luego de estar fuera de acción durante casi un mes, el recio toletero, una mole humana, con sus 1,98 de estatura, volvió a ser artífice en el juego de los del Bronx y los neoyorquinos reafirmaron su buen momento, cuando abrieron serie, este jueves, propinándole una paliza de 13-4 a los Atléticos de Oakland.

Y la bola volvió a llorar…

La bola lloró como siempre, como lo hace cada vez que Stanton logra hacer contacto y tal como lo reflejó Statcast, el cañonero de 32 años logró tronar el madero a más de 117 millas por hora en el segundo inning para remolcar par de carreras, luego de ser ponchado en su primera oportunidad.

El hombre estaba de regreso en plenitud de forma, así como lo reflejó el boleto con las bases congestionadas en el tercer capítulo, válido para remolcar su tercera carrera del encuentro.

Stanton cerró la noche con dos soberanos batazos a 97,7 millas por hora y a 116,5; reafirmando que su swing estaba intacto y el regreso al Big Show era a lo grande.

La nostalgia valió la pena

La gente en el Bronx lo quería ver, sentir que la fuerza del otrora MVP de la Liga Nacional estaba de regresó y muchas esperanzas se cifraron en ese momento y Stanton no defraudó, regresó, los Yankees ganaron y con el mismo sello profético que hablamos, la racha, al momento de escribir este texto se extiende, por los Mulos vencieron también este viernes a los Atléticos 3-2.

Los Yankees han logrado hilvanar cinco éxitos en línea y atrás parece haber quedado la fea racha de finales de julio y comienzos de agosto, cuando llegaron a ganar apenas 4 juegos de 18.

Las aguas van cogiendo su nivel y con el regreso de Stanton cual emperador romano volviendo de una guerra de conquista, de esta manera, las cosas con los Yankees se vuelven a ver diferente.