No es un secreto y ahí están los hechos, los últimos tres campeones de las Grandes Ligas son de la Liga Nacional, lo que habla a las claras algo que se maneja a veces entre bambalinas entre los fanáticos y especialistas, pero es una realidad, los tipos duros dentro del beisbol están en el viejo circuito.

Desde el 2019 para acá han mandado Nacionales de Washington, Dodgers de los Ángeles y recientemente los sorprendentes Bravos de Atlanta y el escenario actual no ha variado mucho respecto a los dos últimos e igual el impacto del juego de equipos como Mets de Nueva York, Cardenales de San Luis, cerveceros de Milwaukee, Padres de San Diego y Gigantes de San Francisco nos muestran un contexto mucho más competitivo aún.

En este punto, si bien es cierto que todavía es muy temprano y las escuadras tocan apenas el juego 40, podríamos tratar de definir cual es el mejor equipo en la actualidad en este apartado del Big Show.

Una idea casi absoluta

A partir de aquí y antes de seguir, hay una idea que se impone sola, los Dodgers de los Ángeles siguen siendo el elenco a derrotar, no solo por su historial de los últimos diez años y la Serie Mundial de 2020, no, también por la nómina, pues tiene un núcleo de jugadores ya consolidados, una buena dinámica grupal, peloteros estelares en casi todas las posiciones que a pesar de tener un controvertido manager como Dave Roberts están obligados casi a funcionar como un reloj suizo, perfectos.

La entrada de Freddie Freeman a la alineación le da un plus adicional que vuelve casi invencibles a los californianos y ahora mismo a finales de mayo, ya marchan con el mejor diferencial de carreras de toda la liga, sopesando incluso malas rachas como la de los últimos juegos, donde perdieron cinco de seis y no obstante siguieron liderando la División Oeste por encima de Padres de San Diego y de Gigantes de San Francisco.

Todo esto sin los pesos pesados de su artillería a punto, pues Max Muncy y Justin Turner todavía no logran carburar; Trea Turner puede mejorar y Cody Bellinger es un enigma, hoy esta bien, mañana mal y así.

Nada para preocupar

Por otro lado, su rotación, aunque lo parece ahora, no es un problema, es algo mas bien a corto plazo y hombres como Andrew Heaney y el estelar Clayton Kershaw seguirán mejorando, además que ya se sabe que Dustin May estaría de vuelta en la recta final de la campaña luego de la Tommy John; además que bien podrían hacer un gran cambio ahora, antes del 2 de agosto, si así lo desean.

En líneas generales, no hay nada para preocuparse, mucho mas cuando se trata del equipo que mas carreras anota con 5,49 por juego y se ubican segundos en carreras permitidas con 3,24, justo detrás de los Yankees con 2,86.

Al mismo tiempo, son cuartos en eficiencia defensiva con un average de 725, lo que se traduce que convierten en outs el 72,5% de las bolas bateadas.

A media máquina

En resumen, todavía marchando a un 80% o un poco menos, tenemos a un equipo que es como una maquinaria y ni Mets ni Gigantes, que también juegan a un buen nivel se le pueden acercar.

En el caso del equipo de la Bahía, no hay nada que objetar, simplemente los Dodgers son un equipo superior en toda la línea y los Mets por su parte den demostrar que en verdad están hechos para contender, pues el precedente no ha sido el mejor y la idea de estar viendo un espejismo a largo plazo termina emergiendo.

Los Dodgers vuelven a ser favoritos a todo, a ganar la difícil división oeste, a llevarse el banderín de la Liga Nacional y a regresar al Clásico de otoño; es la verdad y está ahí, mirándonos a los ojos.