Los hitos y hazañas estadísticas venían marcando la principal ponderación para considerar a un jugador como inmortal del deporte. Los números redondos (300 victorias, 500 jonrones, 3000 hits etc) guiaron la elección al Salón de la Fama del Béisbol.
Cuando un jugador alcanzaba un hito, ganaba la admisión a través de la ruta tradicional: elección por parte de la Asociación de Escritores de Béisbol de América. Si no alcanzaba los hitos, tenía que ser excepcional en alguna otra forma o tenía que esperar hasta que el Comité de Veteranos pudiera considerar su caso.
Pero esta práctica se ha ido desvaneciendo, y la clase del Salón de la Fama de 2022 podría marcar el último año de lo que queda de esa generación.
David Ortíz posee un perfil inusual: no se destacó hasta los 27 años y no proporcionó valor defensivo como bateador designado. Y es más inusual aún cuando lo consigue en su primer intento.
David Ortiz carecía de las estadísticas generales de su carrera para justificar su inclusión, pero sus tres campeonatos de Serie Mundial y 541 jonrones lo compensaron. Agregando además el peso de su carismática figura.
Aún así fue el único jugador elegido por la BBWAA para el Salón de la Fama. Figuras más grandes para el juego que él (Rogers Clemens y Barry Bonds) agotaron todos sus chances y no lo hicieron. Pese a lo que se les señala a ese par de lo mismo que se acusó a Ortíz una vez (uso de PEDs) y ser históricamente figuras top del juego (para muchos los mejores). Bonds particularmente podría ser considerado por encima de Babe Ruth incluso. Es debatible. Ellos no están, Big Papi sí. Incluso, le tomó a un jugador ligeramente superior a Ortíz estadísticamente pero menos poderoso, Edgar Martínez, 10 intentos para entrar.
Los umbrales anteriores del Salón de la Fama se están convirtiendo en guías insuficientes, y debido a las preocupaciones de PED, incluso algunos jugadores que los superan no tienen la garantía de ingresar.
Durante el primer medio siglo después de que se permitió la admisión al Salón de la Fama en la primera votación, la membresía en el club de los 3.000 hits prácticamente era garantía. Eso terminó en 2011, cuando Rafael Palmeiro recibió el 11% de los votos, ni cerca del 75% requerido. Pronto fue eliminado de la boleta electoral debido a la falta de apoyo.
Tampoco ha sido admitido Alex Rodríguez, con sus 3.115 hits y 696 jonrones.
Roger Clemens, con sus 354 victorias, es el único lanzador de 300 victorias que no está consagrado en el Salón de la Fama.
Y si sumamos cómo ha cambiado el béisbol… pues hay otros factores por los que esos hitos difícil se repitan y dejen de ser requisitos. Los límites de entradas y de conteo de lanzamientos significan que quizás nunca haya otro. En general, pero especialmente en el lanzamiento, los cambios en el juego moderno significan que esas marcas se vuelven casi imposibles de alcanzar.
Entonces, ¿cuál debería ser el nuevo criterio para un miembro del Salón de la Fama? Hasta ahora, “Wins Above Replacement” ha tomado el relevo dejado por los hitos. Los PED confunden esto a simple vista, pero la votación ha seguido cada vez más las recomendaciones de WAR.
Pero esa métrica también presenta problemas. Entre sus dos fórmulas populares, puede diferir enormemente, lo suficiente como para inclinar a los jugadores al límite en una y no en la otra. Por ejemplo, el WAR de 51 FanGraphs de Ortíz seguramente obstaculizó su caso en relación con su número en Baseball Reference de 55.3.
El escritor de béisbol Jay Jaffe ha ideado una métrica que resuelve algo de esto: JAWS, se llama. Incorpora tanto el WAR de carrera de un jugador como el de sus siete mejores temporadas, sintetizándolos en un solo número. El dominio es importante, y esta estadística se ajusta a eso y reduce la cantidad de compilación que puede afectar el caso de un jugador.
También hay mucho más que considerar. El Salón de la Fama pide a los votantes que decidan en función del historial, la capacidad, la integridad, la deportividad, el carácter y las contribuciones al equipo de un jugador. En los últimos años, los votantes han utilizado la llamada cláusula de carácter de esa instrucción para dejar a Clemens, Omar Vizquel y Curt Schilling fuera de las boletas por sus transgresiones.
No funcionará seguir usando hitos como primer requisito. Puede que ni siquiera funcione bajar los hitos. Los votantes no tienen la obligación de limitar su consideración a las estadísticas del jugador.
Si las elecciones han generado siempre polémica como toda premiación, esperen a que las siguientes sean aún mayores con la diversidad de criterios y casos y cambios en todo lo que teníamos conocido.
Será esperar que el tiempo ponga las cosas en su lugar, como siempre todo está sujeto a la suerte que le toque al jugador de cuál tendencia le toque en su tiempo enfrentar.