Tal parece que quitaron al Doctor Jekyll y pusieron el señor Hyde pues el cambio fue atroz de un año a otro y peor al otro año.
La analogía le calza perfecta a Cody Bellinger, el estelar jugador de los Dodgers de los Ángeles que fue ganador del MVP en la Liga Nacional en 2019 y al año siguiente, en 2020, tal parecía que habían quitado a un jugador y habían puesto a otro.
La referencia
Así pasó en la célebre novela de Robert Luis Stevenson, cuando en la Inglaterra victoriana, a mediados del siglo XIX, un prestigioso doctor, Jekyll, al beber una poción, se transformaba en un monstruoso ser, el señor Hyde, capaz de asesinar incluso.
Salvando las distancias, con Bellinger sucedió parecido, el Bellinger de 2020 se comió al de 2019 y ya en 2021 no se sabía ni que era.
Fue así y es así de esa manera, de la estela de aquel jugador solo queda su sonrisa acortada y esa mirada a veces perdida como buscando algo sabe dios que.
Para colmo en 2021 solo bateó para 169 y ahí hasta se comentó que lo cambiarían de equipo.
De todo a nada
De ser la cara de los Dodgers, Cody Bellinger ha pasado a ser un pelotero más, uno bueno que un día fue mejor, casi espectacular.
Pero Bellinger cree, sigue pensando en que puede retomar ese ritmo de hace tres años pues se siente con calibre de MVP todavía.
Se le ha visto diferente desde que entró en los campos de entrenamientos de los Dodgers incluso hasta ha vuelto a sonreír y a bromear, hasta la sonrisa había perdido Cody Bellinger.
En este punto hay un hecho que es real y es que Dave Roberts, todavía confía en él y en el equipo también lo quieren.
Roberts confía pero sabe que Bellinger debe cambiar su narrativa y romper el guión que lleva asumiendo, pues el equipo lo necesita como nunca, con Max Muncy lesionado y Gavin Lux a media máquina, el peso de la tanda zurda de los Dodgers recae en Cody.
Otra vez emerge la incertidumbre pues no se sabe a quien se verá este año, al novato de 39 jonrones, al MVP de 47 o al pelotero común y cualquiera de 2021.
A sus 26 años, con un anillo de Serie Mundial, un bate de plata, un guante de oro y dos juegos de estrellas, Cody Bellinger puede darle un giro a los acontecimientos y reivindicarse.
La mentalidad
Cody confía en su preparación y de hecho ha comentado sobre la carga de ejercicios para fortalecer su tren superior y su hombro, sobre todo su hombro.
Para muchos la lesión en el hombro durante la celebración con Kike Hernández en la Serie Mundial de 2020 es la clave de todo, pues ahí en su hombro esta clave de su swing , del poder acelerar bien y pegarle adelante a doña blanca.
Igual vuelve la idea central respecto a Cody Bellinger, pues a ciencia cierta nadie sabe lo que vendrá, si regresa a Jekyll o se queda Hyde.
Como siempre el terreno, ese santuario místico del béisbol… dirá la última palabra.