Al inicio de la temporada pasada el dominicano Yermín Mercedes tuvo un despegue de temporada fenomenal. No obstante, las cosas no le duraron mucho. Su línea ofensiva de .271/.376/.425 en 68 juegos fue bueno para un wRC+ de 101, insuficiente para un jugador que solo puede aportar con su bate.
En junio pasado fue designado para asignación por los Medias Blancas de Chicago, siendo reclamado de waivers por los Gigantes de San Francisco días después.
El jugador de 29 años fue llamado por los Gigantes desde Triple A tras una lesión de Brandon Crawford, y más adelante al Thairo Estrada ingresar a la lista de Covid-19.
Su primer jonron con los Gigantes vino en una victoria 13-0 sobre los Diamondbacks de Arizona el 13 de julio en un partido que se fue 3-4.
Fue enviado de regreso a las menores el 07 de agosto al registrar bateo de .243/. 338/.357 en 80 apariciones al plato este año.
El paso por Grandes Ligas de Yermín ha sido accidentado. El jugador de cuadro se ha caracterizado por una personalidad y temperamento volátil.
Una vez más manifestó, con falta de prudencia y profesionalismo sus inconformidades. A través de historias en su cuenta de Instagram oficial, Yermín Mercedes se quejó de los Gigantes de San Francisco, y pidió su libertad.
No es sorpresa la actitud de Mercedes que incluso había anunciado su supuesto retiro durante su estadía en la clase Triple A de los Medias Blancas de Chicago, equipo que eventualmente lo designó para asignación y es cuando llega a los Gigantes de San Francisco.
El comportamiento de Mercedes deja mucho qué desear. Su bajo rendimiento no respalda sus reclamos.
En septiembre hay grandes cambios en los rosters de los equipos. Mercedes aparentemente no desea seguir siendo parte de su organización actual.
“Quiero mi liebrtad. “Maldi** sea la hora en que uno tiene que comer mierda a la mala co****, quiero mi mald*** release mal***dita sea”.
Palabras no adecuadas ni éticas. Y razón ninguna. Al parecer, lleva olvidado qué es ser un pelotero profesional. Y no cesa en dar de qué hablar a los medios con sus publicaciones polémicas e inadecuadas. Será que no diferencia de “pelotero o modelo.”
Hace rato que no se escucha el bate de Yermín conectar fuerte, pero su boca no se ha aplacado jamás. ¿Juega a la pelota o la farándula?