David Ortiz entro oficialmente al salón de la fama de Cooperstown. Por ende, no hay duda alguna que este debe ser el mejor día en su carrera como pelotero profesional.
Ha roto todos los parámetros de ser uno de los pocos bateadores designados en ser elegido para la distinguida clase de los inmortales. El número dos para ser exactos, luego que entrara el bateador de origen puertorriqueño Edgar Martínez.
Lo mejor es que Big Papi, como le decían en el terreno, lo logró contra todo pronóstico y ante toda adversidad. Y no precisamente por las dificultades en el campo de juego, sino por todas las piedras que en los últimos años ha tenido que transitar en la vida.
David Ortiz está vivo para contarlo, disfrutar de su gloria y ahora ser aclamado por millones de dominicanos. Sin embargo, no siempre obtuvo el calor y el apoyo que necesitó en momentos cruciales.
El 9 de junio de 2019, una bala casi le arrebata la vida y por ende, la exaltación de la que hoy goza estuvo pendiente de un hilo.
Un atentado que casi le cuesta la vida y que según el Ministerio Público, no era dirigido en su contra sino de un acompañante en una discoteca de la avenida Venezuela.
Mientras él se libraba de la muerte en la clínica Abel González, ubicada en la avenida Abraham Lincoln; no fueron pocos los que propagaron rumores y comentarios sin certezas en un afán de alimentar el morbo por los supuestos motivos de lo ocurrido aquella fatídica noche.
Entre mensajes de infidelidades, de vínculos con personajes del “bajo mundo” e inventos que con el tiempo se han diluido; Big Papi ha prevalecido como una gloria del deporte y un orgullo en la República Dominicana.
Días después del atentado se les dictó prisión preventiva a Víctor Hugo Gómez, Porfirio Dechamps, Eddy Féliz, Reynaldo Rodríguez, Alberto Mota, Rolfi Ferreras Cruz, Oliver Mirabal, Joel Rodríguez, Gabriel Pérez , Franklin Merán, Lanny Pérez Reyes, José Ciprián, Carlos Álvarez y Junior La Hoz.
Las autoridades informaron que el objetivo del atentado no era el expelotero, sino un amigo de este llamado Sixto David Fernández, alias el Modelo.
Indicaron que Sixto David se encontraba junto a Ortiz y otros conocidos en una mesa de un bar y que sus atuendos eran similares.
Precisaron que Fernández les comunicó en los interrogatorios que Gómez es “la única persona con interés y amenazas de atentar contra su vida por un hecho ocurrido unos años antes”.