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A medida que se aproxima el Juego 5 de la Serie Mundial, los Dodgers de Los Ángeles están en una situación compleja. Lo que parecía un camino claro hacia la victoria ha tomado un giro inesperado después de una contundente victoria de los Yankees en el Juego 4. Ahora, la ventaja de tres juegos a cero que Los Ángeles mantenía en esta serie ha comenzado a tambalear, y el temor se materializa en un nombre: Gerrit Cole.
El estelar lanzador de los Yankees vuelve a escena esta noche, enfrentándose a un equipo que, tras tres victorias iniciales, pudo haber bajado la guardia antes de tiempo. La Serie Mundial de este año ha sido una prueba de resistencia y estrategia, pero también de suerte. Un error podría marcar la diferencia y, de pronto, el “imposible” de que los Yankees remonten parece cada vez más plausible. La realidad es que, al enfrentar al imponente Cole, el margen de error de los Dodgers se ha reducido peligrosamente, y esta noche podrían pasar de ser favoritos a ser un equipo en riesgo de perder el control.
El precio de Gerrit Cole y el impacto en el bullpen de los Dodgers
Cole ha demostrado ser una verdadera pesadilla para los Dodgers. En el Juego 1, limitó a su poderosa alineación a una sola carrera en seis entradas, y aunque Los Ángeles salió victorioso gracias a un grand slam de Freddie Freeman en entradas extras, el mensaje fue claro: enfrentarse a Cole es un reto que pone en riesgo la ventaja que Los Ángeles ha trabajado tanto por consolidar.
Por el otro lado, el bullpen de los Dodgers muestra señales de desgaste. En el Juego 4, el mánager Dave Roberts intentó navegar el juego con un enfoque de bullpen, pero el plan falló estrepitosamente. Entre lanzadores inexpertos y relevistas sobrecargados, la fatiga acumulada podría cobrar factura. Daniel Hudson permitió cuatro carreras en la tercera entrada, y los problemas se extienden incluso al cerrador Michael Kopech, quien dio un jonrón en el Juego 3 y a Blake Treinen, quien ha tenido problemas en sus últimas tres apariciones. Así, el uso excesivo de lanzadores está haciendo evidente la falta de profundidad en la rotación de abridores de Los Ángeles, un factor que los Yankees están preparados para explotar.
Yankees al acecho: el “momentum” de una remontada improbable
Para los Yankees, la situación actual les permite soñar con una hazaña épica. La victoria contundente en el Juego 4 y la inminente aparición de Cole en el Juego 5 han reavivado su esperanza de remontar la serie, algo que solo un equipo ha logrado en la historia de las Series Mundiales. Con figuras de la talla de Aaron Judge, Juan Soto, y Giancarlo Stanton en la alineación, los Yankees son capaces de aprovechar cualquier error, por mínimo que sea, y llevar esta serie de vuelta a Los Ángeles en una posición de peligro para los Dodgers.
Anthony Rizzo, primera base de los Yankees, visualizó esta posibilidad antes del Juego 4, comentando que tienen no solo a Cole listo, sino también a Carlos Rodón para el Juego 6, si llegan a ese punto. La perspectiva de un séptimo juego en un Dodger Stadium bajo presión es una opción que ningún fanático de los Dodgers quiere considerar, pero que se vuelve posible en el peor de los casos.
Las palabras de calma de los Dodgers: ¿realidad o autoconfianza?
En el vestuario de los Dodgers, las declaraciones se mantienen calmadas. Freddie Freeman y Mookie Betts aseguran que el equipo está enfocado y preparado. “Sabemos lo que está en juego”, afirmó Freeman, al tiempo que Betts comentó: “Ahora mismo estamos arriba 3-1. Nos sentimos bien, pero sabemos que ellos van a luchar”.
Sin embargo, el riesgo es innegable. Los ejemplos de equipos que han desperdiciado ventajas significativas están presentes en la memoria de todos: desde los Atlanta Falcons en el Super Bowl LI hasta Doc Rivers en playoffs de la NBA. La idea de que estos Dodgers puedan convertirse en el primer equipo en la historia de la Serie Mundial en perder después de una ventaja de 3-0 genera ansiedad, especialmente considerando el historial de fracasos en momentos cruciales de la franquicia.
La incógnita de Shohei Ohtani y el dilema del Juego 6
La situación de Shohei Ohtani añade más tensión a esta compleja ecuación. Desde su lesión en el hombro, el impacto de Ohtani ha sido limitado, y aunque ha contribuido con algunas carreras, su presencia en el juego no es la misma. Esto plantea una pregunta inevitable: ¿qué tan preparado está para ser el factor decisivo si la serie vuelve al Dodger Stadium?
Mientras tanto, los Yankees, con Cole en el montículo, no están dispuestos a rendirse. Los jugadores de Nueva York ya han demostrado que el miedo a enfrentar a los Dodgers en su propio estadio es mínimo. Al contrario, cada error, cada jugada fallida y cada turno al bate se convierte en una oportunidad para los Yankees de llevar a cabo una remontada de proporciones épicas.
Una victoria que aún no está asegurada
El Juego 5 no es solo una batalla; es la línea entre la tranquilidad y la historia. Para los Dodgers, la posibilidad de un título tan deseado puede tornarse en una pesadilla, especialmente si los Yankees logran vencer esta noche. Si hay algo claro es que la presión está presente en ambos equipos, pero la mayor carga la soportan los Dodgers. La idea de dejar escapar este título después de una ventaja de 3-0 en la serie es simplemente impensable, pero la amenaza es real.
Esta Serie Mundial, que alguna vez pareció segura para los Dodgers, ahora es un juego de alto riesgo donde cada lanzamiento y cada swing pueden definir el legado de un equipo que se enfrenta a su propia historia.