Cuando en el año 2017 un jovencito llamado Cody Bellinger irrumpió por todo lo alto en las Grandes Ligas, todo el mundo lo identificó como uno de los mejores prospectos a futuros de todo el deporte y él, no tardó en respaldar ese título con tremendas actuaciones tanto defensivas como ofensivas.
Poco tiempo pasó entre su debut y la llegada de la devoción total que la afición de los Dodgers de Los Ángeles comenzó a profesarle. En ese primer año como ligamayorista dejó excelentes números y su primer galardón individual, el premio a Novato del Año de la Liga Nacional, dio cuenta de que estábamos ante un talento como pocos.
Las siguientes 2 temporadas fueron de alto nivel para él, sobre todo la segunda en la que con excelentes registros ofensivos como por ejemplo, sus 47 jonrones y su excelente línea ofensiva de .305/.406/.629, logró ganar el premio a Jugador Más Valioso de esa zafra (2019).
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Llegó la debacle
En el 2020, durante la campaña acortada, volvió a rendir bien, pero un hombro dislocado al final del ciclo que requirió de un paso por el quirófano para ser reparado, sería el comienzo de los quebraderos de cabeza para el año 2021.
En el pasado torneo, el rendimiento de Bellinger bajó notablemente. Entre la lesión ya mencionada y una importante fractura en el peroné izquierdo, menguaron a Cody hasta el punto de que solo pudo disputar 95 encuentros, poniendo un triste hilo ofensivo de apenas .165/.240/.302.
Se pensaba que con el descanso de la temporada baja y el cierre patronal volvería a ser el mismo en 2022, pero no ha sido así. En 11 turnos apenas ha pegado par de imparables y no parece que vaya a mejorar. La potencia de su brazo también se redujo en cuanto a sus habilidades defensivas y eso es un problema si tomamos en cuenta que juega como jardinero central.
Los fanáticos ya comienzan a desesperarse y la propia organización de los Dodgers de Los Ángeles comienza a mirar con preocupación los 17 millones de dólares que le aseguró para esta temporada.
¿Qué deben hacer con él?
Entre las opciones que podrían estar barajando dentro de las oficinas del elenco californiano, una sería mandar a Bellinger a Triple A un tiempo, para ver cómo evoluciona. En la banca tienen a Kevin Pillar como jardinero de reserva e incluso, el novato Jason Martin podría ser otra alternativa viable.
No obstante, su guante lo sostiene arriba por el momento, nadie cubre tanto terreno como él ni tiene la destreza para realizar jugadas del calibre de las suyas, pero ¿Es buena idea insistirle aún cuando está en sus horas bajas? ¿Acaso, no es hundirlo más endilgándole más responsabilidades? Son todas preguntas que debería responder el equipo azul y blanco cuanto antes.