Los Astros de Houston vivieron ayer una jornada inolvidable y muy difícil de repetir en el Minute Maid Park de Pensilvania, hogar de los Phillies de Philadelphia, gracias a la gran labor monticular de Cristian Javier. Principalmente por su trabajo de 6 entradas los siderales alcanzaron el segundo juego sin hits ni carreras de la historia de la Serie Mundial. Pero ¿por qué fue un no-hitter conjunto y no se permitió que continuara sobre la lomita el dominicano? El mánager Dusty Baker tiene algo que decir al respecto.

Después de ser duramente criticado por no sacar temprano del juego 3 al abridor Lance McCullers Jr., quien fue duramente castigado por la ofensiva blanquirroja, el mandamás de la tropa texana decidió que 6 episodios eran suficientes para el abridor nacido en Santo Domingo. A pesar de que todavía no alcanzaba la barrera de los 100 envíos (realizó 97, 63 de ellos en la zona de strike), para el séptimo inning saltó al centro del diamante su paisano Bryan Abreu con la misión de relevarlo.

Aclaró la situación

Al finalizar el juego, Houston había vencido a la novena local por pizarra de 5×0 e igualado el Clásico de Otoño a 2 triunfos por lado, pero faltaba algo por aclarar: la que para algunos fue una prematura salida del juego de su abridor.

Ante esta circunstancia, el experimentado timonel Baker manifestó que él pensaba más allá de un juego 4 y un récord, que pensaba en ser campeón y por eso, lo mejor era guardar a Javier para un hipotético y decisivo séptimo juego en el Minute Maid Park.

Muy acertado

Aunque como dicen en muchos países latinos, Cristian estaba ‘cuchillo’, la determinación de Dusty parece ser correcta. No solo se logró el objetivo final de ganar el cotejo y encima propinarle un no hit no run a los rivales, sino que de manera indirecta habilitó a un hombre que tiene efectividad de 0.00 para el cierre de la serie en caso de que se extienda la misma hasta ese punto.