Dentro de unos quince años, Dylan Carlson pudiera estar en el Salón de la Fama, todo apunta para ello, pues hoy es uno de los grandes prospectos de los Cardenales de San Luis, ya con categoría en el primer nivel de Grandes Ligas.
Carlson ha mostrado con creces su condición en los diamantes de la Gran Carpa, tanto al bate como a la defensa y ya inmerso en su tercera temporada con los Cards, va marcando un paso digno de tener en cuenta, pues si bien sus números no son nada de otro mundo, hablamos de 255 de average, con 5 jonrones y 23 carreras impulsadas, como sea, a sus 23 años, Carlson da la impresión de ir a por más.
Una huella temprana
Al instante de escribir este texto, ya es un hecho que el talentoso jugador abre un interesante capítulo en su naciente historia, pues luego de conectar el cuarto jonrón el sábado ante los Philies de Philadelphia, el bate que utilizó ese día irá hacia Cooperstown.
Ese no fue un batazo cualquiera, fue el cuarto cuadrangular consecutivo que pegaron los pájaros rojos hace dos jornadas ante el abridor Kyle Gibson, para marcar un hito, ya que fue la primera vez en la historia de la franquicia que se daba un hecho con estas características y además también fue la primera ocasión en la que un elenco de Grandes Ligas sacudía cuatro vuelacercas en fila en un primer episodio.
El suceso
Los novatos Nolan Gorman y Juan Yépez, además de Nolan Arenado, así como el propio Carlson protagonizaron la hazaña y este lunes se le informó de la noticia a Carlson y al comienzo ni lo creía, tal como lo declaró a MLB.com.
“… Es maravilloso que el bate este en el Salón de la Fama, pues una oportunidad única…” alegó Carlson y al respecto sentenció que era un honor poder donar el implemento.
Las leyendas muchas veces se esculpen a partir de momentos así y Dylan Carlson desde ya mira a lo lejos, pus sabe que hasta hoy, el camino parece estar trazado, todo depende de él.