Suena una nota a lo lejos en el David Geffen Hall y al unísono emerge una sinfonía acompasada que atrapa a todos, la Orquesta Filarmónica de Nueva York va a tocar, justo en el momento que empieza esta historia allá en el Citie Field…
Max Scherzer regresó el martes con los Mets y fue como si nunca hubiera salido del juego, seis entradas y 11 ponches ante los rojos de Cincinnati, pero hubo sensaciones encontradas, pues Scherzer lanzó para ganar, pero el elenco de Queens cayó ante sus rivales de turno y la idea de jugar como nunca y perder como siempre comenzó a rondar en el ambiente.
Scherzer regresó y Jacob deGrom también está a las puertas de volver a casa, deGrom el hijo prodigo, la leyenda viviente, el hombre que adoraba a Tom Seaver se pareció soltando bolas de fuego el pasado domingo en su primera salida de rehabilitación, marco 101 millas por hora como si nada y muchos se preocuparon por la fuerza de sus disparos y el posible impacto en su lesión pero no, el manager Showalter le comentó a los medios que era eso lo que querían ver, es la mejor imagen y deGrom así, masacrando a sus rivales en Ligas Menores, ajustando la maquinaria para el Dia D en este 2022, esa es la mejor película para los aficionados.
La sinfonía de deGrom
En aquella primera salida hace ya casi una semana, deGrom estableció una relación macabra, seis bateadores enfrentados y cinco ponches, utilizando 24 pitcheos, además que su recta de 101 millas la soltó en siete oportunidades, como si nada, como sin secarse el sudor siquiera.
A propósito, Buck Showalter le expresó al New York Post después de la victoria del jueves 10-0 ante los Marlins, que todos estaban optimistas con deGrom y horas después, el ganador del premio Cy Young volvió a salir inmenso en la lomita en su segunda presentación con la sucursal clase A.
En la grama del Jackie Robinson Ball Park de Daytona, deGrom sentó cátedra, mientras su familia lo veía hacer de las suyas en el montículo, espaciando tres entradas inmaculadas frente a los Daytona Tortugas de los Rojos de Cincinnati, con seis ponches, solo tres hits permitidos y ningún boleto.
Como si nunca hubiera faltado
El experimentado serpentinero de 34 años, soltó 36 envíos para el plato y otra vez rebasó sin problemas la frontera de las 100 millas para agrado de los presentes, a la vez que su slider rondaba las 92 millas por hora, mostrándola tan cortante como el primer día, tal como refieren los medios como el New York Post.
Y Scherzer regresó, como siempre, deGrom también lo va haciendo como siempre, como si su ausencia hubiera sido un simple paseo para estirar las piernas y nada más; con Scherzer la sensación de jugar bien y perder emergió con fuerzas, con deGrom en estado gracia, los fantasmas se esfuman y el temporal se disipa, es el lado bueno de las cosas, un buen equipo, un buen manager y dos tipos excepcionales que hacen soñar a millones.
Fuentes cercanas al equipo, señalaron que la próxima apertura de Jacob deGrom seria en doble A o ya en triple A, en pos de acondicionar cualquier leve detalle en la mecánica y dejar todo listo para el debut en esta campaña, presumiblemente, en fecha posterior al Juego de Estrellas.
Otra vez suena la música, la Orquesta en verdad comienza a tocar ahora, es así, es el concierto de los Mets de Nueva York que va a comenzar.