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La Serie Final de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) es mucho más que un evento deportivo. Es una celebración nacional, un enfrentamiento apasionado entre dos equipos históricos, y, para muchos, una experiencia única. Este año, el duelo entre Tigres del Licey y Leones del Escogido revive viejas rivalidades y emociones. Pero, ¿cuánto cuesta realmente ser parte de esta fiesta?
Un lujo para pocos: los precios de los abonos
Desde el anuncio oficial de la serie final, los precios de los abonos han generado controversia. Para los seguidores de los Tigres del Licey, los costos oscilan entre RD$3,200 y RD$8,000, dependiendo de la ubicación en el estadio. Los Leones del Escogido, que regresan a una final tras nueve años, ofrecen abonos en un rango similar, de RD$1,800 a RD$6,450. Sin embargo, estas cifras, aparentemente accesibles para algunos, representan un desafío económico significativo para la mayoría de los fanáticos.
El hecho de que no se habiliten abonos para áreas populares como los bleachers deja a los seguidores más modestos con opciones limitadas y poco económicas. La pregunta se plantea: ¿se está elitizando el acceso al béisbol?
El desafío de conseguir boletos
Aunque plataformas como Uepa Tickets facilitan la compra de abonos, el proceso no está exento de críticas. La disponibilidad es limitada, especialmente para las áreas más demandadas, y los mejores asientos suelen ser adquiridos rápidamente por patrocinadores, abonados de años anteriores y, lamentablemente, el mercado negro.
Este último factor ha sido un problema recurrente en la boletería del Estadio Quisqueya Juan Marichal. Según testimonios de fanáticos, el acaparamiento de boletos por parte de revendedores crea un mercado paralelo donde los precios se disparan, dejando a muchos sin la posibilidad de asistir a los juegos.
La experiencia de ser abonado
Para los fanáticos más leales, los abonos son prácticamente un requisito. La única forma de garantizar tu lugar en cada partido es siendo abonado. Pero ser parte de este selecto grupo no es sencillo. Los pagos deben realizarse de manera anticipada y en su totalidad, y cualquier ausencia representa una pérdida sin posibilidad de reembolso.
A esto se suma el hecho de que muchos asientos están reservados para empresas patrocinadoras, lo que limita aún más la disponibilidad. Para quienes no cuentan con abonos, la experiencia de comprar boletos físicos se convierte en una odisea, enfrentando largas filas, falta de organización y la competencia con revendedores.
Un evento accesible o exclusivo
La pasión por el béisbol dominicano trasciende clases sociales, pero los costos y las complicaciones logísticas generan una barrera invisible que deja fuera a muchos aficionados. Mientras los directivos celebran la gran asistencia y los ingresos generados, queda la reflexión sobre cómo garantizar un acceso más equitativo a los eventos deportivos más importantes del país.
Más que un juego, un compromiso nacional
La final entre Tigres y Leones no es solo un enfrentamiento deportivo, sino un reflejo de las dinámicas sociales y económicas que afectan al país. Para algunos, es una oportunidad de vivir un momento único; para otros, una muestra de cómo el deporte, en lugar de unir, puede crear divisiones.
Si bien la emoción en el terreno de juego es indiscutible, el verdadero desafío está fuera de él: ¿cómo lograr que la pasión por el béisbol sea realmente para todos? La respuesta a esta pregunta podría transformar no solo la experiencia de los fanáticos, sino el futuro del deporte en la República Dominicana.