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Los Mets de Nueva York están en medio de una montaña rusa emocional en esta Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS) contra los Philadelphia Phillies. Tras una ajustada victoria en el Juego 1, el equipo neoyorquino sufrió un doloroso revés en el Juego 2, perdiendo por un walk-off impulsado por Nick Castellanos. Sin embargo, la serie sigue abierta y, con el regreso a casa, los Mets tienen una oportunidad de oro para tomar ventaja, pero no sin antes hacer énfasis en algo crucial: el descanso.

El mánager de los Mets, Carlos Mendoza, reconoció la necesidad de priorizar la recuperación física y mental de su equipo tras una extensa gira que los ha mantenido fuera de casa por más de dos semanas. “El enfoque está en descansar”, declaró Mendoza a la prensa, asegurando que el equipo tendrá un entrenamiento opcional en Citi Field antes del Juego 3.

Un calendario agotador y sus efectos en el equipo

Desde el 22 de septiembre, los Mets no juegan un partido en casa. Tras enfrentarse a los Phillies en esa ocasión, viajaron a Atlanta, Milwaukee y luego de nuevo a Filadelfia. Este maratón ha puesto a prueba la resistencia del equipo tanto física como emocionalmente. Luis Severino, abridor del Juego 1, resumió el sentir del equipo de manera clara: “Hemos estado en la carretera los últimos seis meses, o al menos eso parece”.

Este agotamiento es palpable, especialmente cuando cada juego se ha definido por márgenes mínimos, como la victoria de última hora en el Juego 161 de la temporada regular con un jonrón de Francisco Lindor o las remontadas ante los Brewers en la ronda de comodines. La intensidad constante y la falta de descanso acumulada son factores que podrían jugar en contra de los Mets si no logran gestionar bien este momento.

El poder de la historia y la presión de un rival divisional

A lo largo de su historia, los Mets han protagonizado milagrosos regresos en postemporada, como en 1969, 1973 y 2015, años en los que alcanzaron la Serie Mundial tras rachas impresionantes. Sin embargo, también han experimentado decepciones, como la de 2022, cuando perdieron la división ante los Braves. Ahora, enfrentarse a un rival divisional en octubre añade una presión extra, y las heridas del pasado podrían reaparecer si no logran superar a los Phillies en casa.

Este equipo de 2024, aunque joven, ha demostrado una resiliencia destacable. El rendimiento de jugadores como Mark Vientos, que hizo historia en el Juego 2 con dos cuadrangulares, ha sido fundamental para mantener al equipo en la pelea. Sin embargo, la carga física está presente, y el descanso será un factor decisivo para su capacidad de recuperación. El impulso de la afición en Queens será otro componente clave si quieren llevarse las dos victorias necesarias para avanzar a la Serie de Campeonato.

Un momento crucial para reflexionar y recargar energías

El día de descanso llega en el momento preciso. Los Mets necesitan aprovecharlo no solo para sanar físicamente, sino para recalibrar su estrategia y entrar al Juego 3 con energía renovada. Este equipo ha demostrado que puede lograr grandes cosas bajo presión, pero si no recuperan fuerzas, corren el riesgo de caer frente a un equipo de Phillies que, liderado por jugadores como Bryce Harper y Nick Castellanos, ha demostrado ser un contendiente peligroso.

El martes, con Sean Manaea en el montículo enfrentando a Aaron Nola, la serie tomará un giro decisivo. La historia está de su lado, pero solo el tiempo dirá si los Mets podrán canalizar su descanso y la energía de su público para continuar su camino hacia la gloria.

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