Quizás Ted Williams, solo Ted Williams, los cronistas hablan de Ty Cobb pero Ted Williams era el maestro, así y todo Stan Musial y Pete Rose siguen siendo dos de los más grandes bateadores de todos los tiempos; Stan, el mítico Stan, el ícono de aquellos Cardenales de San Luis que irrumpieron en el viejo circuito entre mediados de los años 40 y comienzos de los 60; por su parte Rose, artífice, símbolo también de la legendaria Maquinaria de Roja de Cincinnati en los años 70, junto a hombres como Johny Bench y David Concepción, por solo mencionar.
Stan Musial y Pete Rose, Pete Rose y Stan Musial, historias paralelas que se escribieron en los diamantes en Grandes Ligas con un destino común, ser los hombres con reyes del hit en la Liga Nacional y uno ve en documentales y videos de Fox Sports, de ESPN, Los 100 mejores momentos de las Grandes Ligas, imágenes de Rose, de Stan Musial abrazando a Rose y entonces vamos atrás en el tiempo.
Escenas de béisbol
La imagen es nítida, a color, 1981, 10 de agosto, el Veterans Stadium en Philadelphia y el instante se descompone en múltiples instantes; Musial pegando sus últimos dos hits en 1963 ante los Rojos de Cincinnati con el entonces novato Pete Rose jugando la segunda base; fueron los hits 3629 y 3630 y 18 años después, Musial en el terreno estaba expectante junto a la multitud por ver a Pete Rose concretar la hazaña de 3631 indiscutibles y convertirse en el líder histórico en el viejo circuito.
El destino volvió a mover los hilos a su antojo, pues tal como refieren el Philadelphia Inquirer y el Saint Louis Dispatch, ese 10 de agosto de 1981, Pete Rose lograba su hazaña ante los Cardenales de San Luis, el equipo de los amores de Musial.
El contexto y la impronta
En ese momento, Rose jugaba su segunda campaña en Las Mayores con los Philies y el comienzo no pudo ser mejor que con un título de Serie Mundial en 1980 pero ese día de agosto de 1981, en medio de una temporada marcada por una huelga de siete semanas, Pete Rose eclipsó a Stan Musial con su hit 3631.
El día del regreso de la temporada, en su juego número 2886 en Grandes Ligas, Rose ante la mirada atenta de miles de fanáticos y del propio Musial entró a los libros de récords.
Más de 40 años después, la leyenda de Pete Rose trasciende estigmatizada por la polémica, venta de juegos, bates prohibidos y hasta abusos sexuales, pero igual, más allá está su figura dentro del deporte, única e inmortal.