Una gran cantidad de candidatos pasó por alto la oportunidad de dirigir a los Mets, la angustia se agitó. Y cuando Noah Syndergaard y Aaron Loup optaron irse a Anaheim, la angustia estalló. A medida que pasaban las semanas sin un gerente, la ansiedad hervía.
Entonces, cuando Max Scherzer dice que sí …
Cuando Starling Marte dice que si…
Cuando firman a Mark Cahna y Eduardo Escobar…
Cuando resulta que Steve Cohen realmente está ansioso por desahogarse de nueve cifras de su fortuna de 11 cifras…
El resultado es fanáticos de los Mets conformes y contando los días hasta el entrenamiento de primavera.
Es posible que los Mets ahora tienen la mejor pareja de picheo 1-2 en la cima de la rotación en el béisbol. Es posible que tengan la mejor pareja 1-2 en la cima de la rotación que jamás hayan tenido, y si hay un aspecto favorable en la historia de los Mets, ha sido el picheo abridor.
Es cierto y es importante enfatizar que la última vez que vimos a Scherzer y Jacob deGrom en 2021, fue en circunstancias menos que ideales. DeGrom se perdió los últimos dos meses y medio de la temporada por un problema en el codo. Scherzer no pudo responder al timbre en el Juego 6 de la NLCS debido a un brazo muerto.
¿Pero si las versiones de deGrom y Scherzer son hasta el 90% de lo que pueden ser? ¿Y si pueden combinarse para 60 aperturas entre ellos durante la temporada 2022? Esa es una buena ventaja para los Mets, cinco Cy Young para lanzar en la Liga Nacional cada dos días. Y, si alguna vez llegan tan lejos, una ventaja monstruosa en una serie corta.
Hay otras parejas, todas más jóvenes, que podrían montar un desafío justo para ScherGrom. Están Walker Buehler y Julio Urias de los Dodgers, cuyos mejores días probablemente aún están por delante. Está el dúo de los Cerveceros de Brandon Woodruff y Corbin Burnes.
Lo que sabemos con certeza es que las posibilidades de ver a Scherzer y deGrom dos de cada cinco juegos es algo que recuerda a los mejores días de los Mets. Cuando Tom Seaver se combinaba con Jerry Koosman o cuando Doc Gooden y Ron Darling.
Y aunque Syndergaard, deGrom y Matt Harvey pasaron algún tiempo en 2015 con la apariencia de que podrían darles a los Mets un 1A, un 1B y un 1C, nunca funcionó de esa manera.
Esto es diferente. Esto podría ser algo que querremos mantener en el álbum de recortes mentales para siempre, sobre todo para los fanáticos de los Mets que han pasado mucho tiempo esperando lo peor.