Los Medias Blancas de Chicago han sido un fracaso colosal en este 2022, no solo por la marca de 63-65 al momento de escribir este texto sino porque como equipo, jamás han encontrado un paso decente en este 2022 y muchos en el South Side ya quieren pasar la página y pensar en 2023.
Sin embargo, en medio de un contexto así, marcado por una dinámica negativa, emerge algo de luz, gracias a algunas actuaciones individuales y al meteórico ascenso de importantes prospectos en Ligas Menores, como el caso del cubano Oscar Luis Colás, quien, en este minuto, mientras escribo, está tocando las puertas de la sucursal triple de la organización y apuntando bien alto rumbo a la venidera campaña.
La trayectoria
Luego de un comienzo lento en clase A, el oriundo de la provincia de Santiago de Cuba despertó con su madero y no paró hasta ser promovido a doble A, para vestir la franela de los Birmingham Barons desde el pasado 12 de julio.
Desde ese entonces y nada mas pisó el diamante, Colás retomó el paso por donde lo había dejado con Wistom Salem y continuó encendido con el madero para compilar en mes y medio para una sorprendente línea ofensiva de 326 de average, producto de 40 hits en 122 veces al bate, con 10 jonrones, tres dobles y triple, al momento de escribir este texto.
De igual modo, el caribeño ostenta un OBP de 406 y un slugging de 615 en 31 encuentros para reafirmar su condición de prospecto de élite.
El mejor momento
Todos el coinciden en que el arribo del cubano a la filial triple A es solo cuestión de tiempo, pues su proyección en cada salida lo muestra en una forma deportiva óptima.
En este punto vale recordar que el antillano al concretar su firma con los Medias Blancas, reivindicó el rico legado de los peloteros de la Isla en la franquicia, desde el mítico Orestes Miñoso, pasando por José Ariel Contreras, Orlando Hernández y llegando a la pléyade actual con Luis Robert Moiran, Yoan Moncada y José Abreu como referentes.
Sin dudas el desempeño de Colás ha superado las expectativas respecto a su posible impacto y quien fuera comparado en su momento con el mismo Shohei Ohtani va forjando su legado a un ritmo atronador.