En la historia de Grandes Ligas hemos visto todo tipo de actuaciones de bateadores y lanzadores, en el caso de estos últimos hemos tenido partidos de 20 ponches, partidos perfectos, partidos sin hits, 10 ponches consecutivos, lanzadores que no han sacado un out, otros que han permitido muchos cuadrangulares y lo común muchas carreras, pero ver la combinación de muchos ponches, cuadrangulares y carreras permitidas es raro de ver.
En la actual temporada, los Rojos de Cincinnati son el equipo mediocre de la liga y es que en sus primeros 25 partidos han perdido 22. Hoy le tocaba lanzar a su joven prospecto Hunter Greene, quien tuvo una salida atípica que también denominamos “loca” por lo sucedido.
El novato Greene se subía al montículo en su quinta salida de la temporada, con números pésimos de 1-3 con una efectividad de 6.00 en 18 entradas lanzadas. Hoy la historia no sería distinta pues le tocaba enfrentar al caliente equipo de los cerveceros de Milwaukee.
Greene recibió un sorpresivo apoyo inmediato de su equipo que anotó tres carreras en la misma primera entrada, pero los cerveceros tenían otros planes y lo recibieron con cuadrangulares de Luis Urías y Christian Yelich, luego anotaron otra vuelta con base por bola a Willy Adames y doble de Rowdy Tellez, empatándose el partido a tres carreras por bando. A pesar de esto, Greene se recuperaba y lograba dos ponches.
En la segunda entrada, los cerveceros vinieron con la misma idea, sencillo de Jace Peterson, doble remolcador de Yelich y cuadrangular de dos carreras para Willy Adames completaban otro rally de tres vueltas que colocaba el marcador 8 carreras por 6, mientras que Greene sacaba los tres outs de la entrada por la vía del ponche.
En la tercera entrada Greene recibiría cuadrangulares de Tyrone Taylor y Keston Hiura, mientras sacaba por la vía del ponche dos bateadores antes de ser retirado del montículo. En resumen, Green recibió cinco cuadrangulares mientras permitía ocho carreras limpias y a pesar de esto ponchó siete bateadores en 2 entradas y dos tercios, convirtiéndose en el primer lanzador con una salida de ese tipo en la historia de Grandes Ligas.
El partido fue ganado por los cerveceros con marcador de 10 carreras por 5, hundiendo más a sus rivales de división.