A solo seis días del Opening Day, el dominicano Luis Severino volverá a subir a la lomita con los Yankees de Nueva York en este Spring Training.

En teoría debería ser este un juego más, quizás algo para la estadística, para esa parte de la estadística que solo se vuelve números fríos pero no, es el momento para demostrar que está listo y despejar todas las dudas.

 El momento

Presumiblemente, el quisqueyano estaría seguro en el roster de los Mulos y hasta el manager Aaron Boone ha dejado claro que cuenta con el caribeño para este 2022 pero la imagen mostrada en esta pretemporada no ha dejado las mejores sensaciones.

Severino ha sido bateado, bateado en toda la extensión, a pesar de mostrarse sólido con su bola rápida.

En su primera salida recibió cuatro carreras ante los Tigres de Detroit y días después también era castigado por los Philies de Philadelphia.

En sus dos salidas, Severino no tiene decisiones y suma ya 3.2 entradas con 6 carreras limpias permitidas y un ponche.

Estos guarismos reflejan además un promedio de limpias de 17,18 y un whip de 3,55.

Sueños rotos

Antes del comienzo del Spring Training las expectativas eran altas con Severino pues de mostrar su condición habitual, debía ser el número dos de la rotación de los Mulos, justo detrás del estelar Gerrit Cole pero la realidad ha sido otra.

Se ha visto sobre todo a un Severino sin control ni dominio de sus comandos y eso es lo que más preocupa.

Hoy a minutos de subir a la lomita frente a los Bravos de Atlanta, las expectativas siguen pero esta vez puestas en función de saber si el lanzador podrá encontrar el rumbo.

De hecho hay una idea que va a emergiendo sigilosa y es que si bien Luis Severino pudiera iniciar con los Bombarderos, estaría cediendo ante el empuje de lanzadores como Manny Bañuelos y los también dominicanos Luis Gil y Deivi García.

Boone no obstante sigue confiando, los fanáticos también pues el cambio de guión es necesario.