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Los experimentados estrategas Dusty Baker y Buck Showalter creen que la existencia del reloj de picheo podría tener como consecuencia el aumento de robo de señas e incluso que se podría dejar de usar al coach de tercera para que pase la seña.

“Me preocupa eso, porque uno siempre está atento de que la gente no robe señales”, señaló Baker a AP. Explicó que hay poco tiempo para que el dugout envíe la señal al coach de tercera, quien a su vez debe pasarla a los bateadores y corredores. Por lo tanto, habrá menos oportunidad para incorporar señuelos en las indicaciones.

El mánager de los Astros considera que el reloj de picheo es un arma de doble filo, pues obliga a que las defensivas tengan menos chance de reaccionar y le añade al coach de la tercera más presión, pues debe apurarse a pasar la seña rápidamente dentro del límite de tiempo establecido.“Todo el estadio tiene los ojos puestos sobre él. Todos tratan de descifrar su secuencia de señales”, explicó. “Hay chicos en la tibuna y ahora otros que analizan los videos. Quiero decir, si sabes qué van a hacer los rivales, todo se complica. Sí me preocupa esto”.

El estratega de los Mets, comparte las preocupaciones de Baker, pero fiel a su estilo, considera que habría que tomar ciertos riesgos para evitar que las señas sean interceptadas o simplemente adivinadas por el rival, ya que las secuencias deberán ser más cortas y por ende habrá menos tiempo para despitar con señas falsas.

Showalter cree que de ser necesario mandaría la seña directamente desde la cueva, ahorrándose el uso del coach de la antesala. “Hay demasiadas cosas en las que estamos temerosos de copiar a las universidades o escuelas secundarias por pensar que ellos son amateurs y nosotros profesionales”, afirmó.