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A sus 42 años, Robinson Canó se niega a colgar el guante. Mientras muchos ven el ocaso de su carrera como un momento para dar un paso al costado, el veterano pelotero dominicano continúa firme en su compromiso con el béisbol, visualizando no solo la Serie del Caribe 2025, sino también el Clásico Mundial de Béisbol 2026 como hitos futuros en su trayectoria.

Pero ¿qué significa la presencia de Canó en un torneo de la magnitud del Clásico Mundial? Su experiencia, liderazgo y pasión no solo consolidan su papel como jugador, sino como una figura de inspiración para las nuevas generaciones.

Canó, el eterno soñador del diamante

En una reciente entrevista con ESPN, Canó dejó claro que el retiro no está en sus planes inmediatos. El veterano, que ha cosechado innumerables logros a lo largo de su carrera, aún siente la adrenalina de la competencia y el deseo de vestir el uniforme de la República Dominicana en las competiciones más importantes del béisbol mundial.

“Mientras me sienta bien y tenga el deseo de jugar, lo voy a hacer. Con Dios delante, así será”, afirmó desde Ciudad de México, dejando claro que su motivación sigue intacta.

Además, Canó expresó su entusiasmo por disputar la Serie del Caribe 2025 con las Estrellas Orientales, un objetivo que considera esencial antes de pensar en el Clásico Mundial. Este compromiso con su equipo local refleja su conexión con sus raíces y su determinación de mantenerse en el más alto nivel competitivo.

Un líder en el vestuario y en el terreno de juego

El impacto de Robinson Canó en el Clásico Mundial va más allá de sus habilidades como jugador. Su experiencia como un veterano de Grandes Ligas y su conocimiento del juego le convierten en una pieza clave para guiar a un equipo que seguramente contará con talentos jóvenes y estrellas emergentes.

En un torneo donde la química de equipo y el liderazgo son fundamentales, Canó podría desempeñar un rol similar al de figuras legendarias como David Ortiz en el pasado: un mentor dentro del vestuario y un jugador confiable en momentos de alta presión. Su presencia no solo aportará experiencia, sino también un sentido de unidad y orgullo nacional que ha caracterizado a los equipos dominicanos.

El impacto del éxito de sus compatriotas

En su conversación con ESPN, Canó también elogió el reciente contrato récord de Juan Soto con los New York Mets, destacando cómo este tipo de acuerdos elevan el perfil de los peloteros dominicanos en el béisbol mundial.

“Cuando firmas un contrato así, mencionan el jugador dominicano y tu nombre. Para nosotros, representar al país es un orgullo”, declaró Canó.

La referencia a Soto no es casual. Canó reconoce que estos logros individuales, como el contrato de 765 millones de dólares de Soto, benefician al béisbol dominicano en su conjunto, demostrando que el talento de la isla sigue marcando la pauta en las Grandes Ligas.

Este reconocimiento también resalta la importancia de un Clásico Mundial exitoso para República Dominicana. En un torneo donde el orgullo nacional está en juego, Canó sabe que cada actuación contribuye a consolidar la imagen del país como una potencia en el béisbol.

¿Qué esperar de Canó en el Clásico Mundial 2026?

Si bien el tiempo no pasa en vano, Canó sigue siendo un jugador de gran impacto, especialmente en competencias cortas como el Clásico Mundial. Su versatilidad como bateador, combinada con su experiencia en situaciones críticas, lo convierte en un arma estratégica que puede marcar la diferencia en momentos clave.

Además, el Clásico Mundial de 2026 podría ser una oportunidad para que Canó cierre su carrera con broche de oro, contribuyendo al éxito de la República Dominicana en un escenario internacional. Sería un cierre simbólico para un jugador que ha representado a su país con orgullo durante décadas.

El legado de Canó: más que un jugador, un símbolo

Robinson Canó no es solo un pelotero; es un emblema del béisbol dominicano. Su carrera ha sido una fuente de inspiración para muchos jóvenes que sueñan con llegar a las Grandes Ligas. Ahora, en la etapa final de su trayectoria, su determinación de seguir jugando no solo refleja su amor por el juego, sino también su compromiso con dejar un legado duradero.

En un momento donde el béisbol dominicano busca consolidar su hegemonía en el Clásico Mundial, la presencia de Canó puede ser el factor diferenciador. Con su experiencia, liderazgo y pasión, está preparado para asumir un rol que trasciende el terreno de juego, sirviendo como puente entre generaciones y como símbolo del orgullo dominicano en el béisbol mundial.

El Clásico Mundial 2026 no solo será una competición más en el calendario deportivo; será, quizás, la última gran función de uno de los jugadores más emblemáticos de la historia reciente del béisbol. Y si hay algo seguro, es que Robinson Canó hará todo lo posible para que su legado brille tanto como su amor por el deporte.