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Corbin Carroll, la sensación de los Diamondbacks de Arizona, no solo está dejando su huella en el campo de juego, sino que también comparte su lado de aficionado cuando se encuentra con superestrellas de la MLB. A sus 23 años, Carroll, quien se llevó los honores de Novato del Año y se convirtió en All-Star en su temporada debut en 2023, reveló recientemente el encuentro que lo dejó deslumbrado durante una casualidad en el ascensor de Chase Field.
La Admiración de Carroll por Juan Soto: Más Allá de los Números
Aunque Carroll ha alcanzado rápidamente la categoría de estrella en la MLB, su encuentro casual con Juan Soto evidenció que incluso los jugadores exitosos pueden sentirse abrumados al conocer a sus propios ídolos. “Alek Thomas y yo subimos al ascensor en Chase Field una vez y (Juan) Soto estaba allí. Esa podría ser la única vez”, compartió Carroll.
La historia resalta la humildad de Carroll y su respeto por los jugadores que han influido en su amor por el béisbol. A pesar de su propio estatus de estrella emergente, Carroll experimentó un momento de fanático al encontrarse cara a cara con Juan Soto, un jugador a quien admiró durante su crecimiento.
De Novato a Estrella: Carroll Siguiendo los Pasos de Soto
La travesía de Carroll, desde su debut en la MLB hasta ganar los honores de Novato del Año, refleja una progresión meteórica que lo ha posicionado como uno de los jugadores más emocionantes de la liga. Sin embargo, la anécdota del ascensor resalta que, más allá de las estadísticas y los premios, los jugadores también son admiradores de sus colegas.
El respeto y admiración por figuras establecidas como Juan Soto sugieren que Carroll no solo aspira a tener éxito en el campo, sino también a ser un referente y líder en la MLB. Los Diamondbacks, al darle un contrato de ocho años, confían en que Carroll no solo será una estrella en el terreno de juego, sino también un líder en el vestuario.
El Encanto del Juego: Carroll, un Niño de Corazón en el Campo de Juego
La historia del encuentro de Carroll con Juan Soto sirve como un recordatorio encantador de que, incluso en la profesionalidad de las Grandes Ligas, los jugadores conservan su asombro y admiración por sus compañeros de profesión. Carroll, quien ha ganado un banderín en su temporada de novato, está encaminado a seguir los pasos de sus ídolos mientras deja su propia marca en Arizona.
En una época en la que los contratos y estadísticas dominan las conversaciones sobre béisbol, la historia de Carroll ofrece una perspectiva refrescante, destacando que, al final del día, todos los jugadores comparten el mismo amor por el juego.