El novato Elehuris Montero ha vivido una locura en los últimos meses. Ha estado de ida y vuelta de MLB a las menores después de hacer su debut en mayo, pero finalmente consiguió su oportunidad de jugar regularmente en agosto.
Montero quien fue unos de los jugadores que recibieron los Rockies de Colorado en el cambio que envió a Nolan Arenado a los Cardenales de San Luis la temporada pasada.
El nativo de Santo Domingo de 24 años de edad destrozó el pitcheo de las ligas menores la temporada pasada entre Doble-A y Triple-A al batear .278 con 28 cuadrangulares y 86 carreras remolcadas. Eso fue suficiente para que muchos fanáticos de los Rockies tuvieran la esperanza de poder verlo en las Grandes Ligas a principios de esta temporada. Pero, para su decepción, Montero comenzó el año en Triple-A Albuquerque.
En mayo, junio y julio, Montero fue subido y bajado tres veces por separado, rara vez tuvo aperturas consecutivas en las grandes ligas y, a menudo, jugó solo una o dos veces por semana. Como era de esperarse, no bateó bien cuando tuvo la oportunidad de jugar. Montero tuvo números de .177/.200/.235 y se ponchó 15 veces en 35 apariciones. Pero algunas de las métricas fueron lo suficientemente alentadoras.
En su primer llamado con el equipo grande, Montero bateó un mísero promedio de .182 y tuvo un slugging de .182 contra rectas, pero no dejes que eso te engañe: su promedio de bateo esperado y su porcentaje de slugging con base a su calidad de contacto fueron .361 y .714 respectivamente. Montero estaba poniendo buenos swings contra las rectas. El problema para Montero no eran las rectas, eran las bolas rompientes.
En esas primeras apariciones en el plato, los lanzadores rivales le lanzaron a Montero un sorprendente 65.7% de lanzamientos que no eran rectas -en particular, una gran cantidad de sliders- y luchó poderosamente contra ellos, bateando solo .174/.208/.261, ponchándose la mitad de las veces en que un turno terminaba con un slider o curva.
Esto es normal para los novatos, por supuesto y tener tiempo de juego esporádico no podría haber ayudado. Tomó muchas bolas rompientes por strikes, persiguió las malas en la mayoría de los conteos y pareció perder el equilibrio, razón por la cual fue enviado de regreso a Triple-A para corregir esas debilidades que estaba mostrando y los resultados han sido grandiosos.
Hablamos sobre cómo Montero bateó muy mal contra rectas en sus primeros rodeos contra lanzadores de grandes ligas, pero eso cambió desde que lo subieron a principio de agosto. Montero está bateando .318/.348/.409 contra lanzamientos rompientes desde que se convirtió en regular.
Desde su ultimo llamado al equipo grande Montero ha bateado .292 con cuatro jonrones y 13 carreras impulsadas en 19 juegos (todos como titular) con 7 dobles y un OPS de .866.
La semana pasada disparó dos cuadrangulares contra los Gigantes de San Francisco, remolcando cinco carreras en la victoria de Colorado.
Sus propios compañeros han estado impresionados con su actuación y potencial que tiene el novato dominicano Montero, como es el caso del lanzador zurdo Kyle Freeland.
“Tiene un swing realmente hermoso, es un jugador joven y está tratando de hacerse un nombre”, dice Freeland. “Tiene esa confianza tranquila. Lo que es algo bueno. Tienes que tener confianza en el juego y eso lo llevará lejos en este juego. También hay una línea muy fina entre la confianza y la arrogancia, pero él está en el lado correcto de esa línea. Es un jugador confiado que tiene la oportunidad de hacer cosas especiales en esta liga.”
Curiosamente, Montero dijo lo mismo, diciendo a los medios que sentía que tenía mucho más para dar. Durante los campos de entrenamientos, también mencionó que no rehúye en absoluto las presiones de ser una gran parte del cambio de Nolan Arenado y que Colorado espera mucho de él, declarando explícitamente que también quiere ser un talento en ese nivel algún día.
No hay mucho por lo que emocionarse en este momento para los fanáticos de los Rockies, ya sea pensando en esta temporada o la próxima. El club está estancado y muchos evaluadores consideran que el sistema de fincas es deficiente. Pero, en última instancia, el futuro del equipo se decidirá no por la clasificación de los prospectos, sino por si ellos pueden llegar a las Grandes Ligas y contribuir al equipo de la misma forma que Montero lo está haciendo.
Y en este momento, tanto los fanáticos como sus compañeros de equipo pueden encontrar un poco de alegría al soñar con lo que podría traer al futuro.