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La noche del primero de abril quedará grabada en la memoria de Ronel Blanco y de todos los aficionados de los Astros de Houston como una jornada épica en el mundo del béisbol.

Después de la euforia de la celebración y las entrevistas post-partido, Blanco se tomó un momento para compartir sus sentimientos exclusivamente con Meridiano. Con humildad y gratitud, el lanzador dominicano expresó la magnitud de lo que acababa de lograr.

“Es una gran bendición y una gran oportunidad. Es un momento muy increíble porque todos soñamos con algo como esto, que es muy difícil de lograr”, dijo Blanco, aún asimilando la magnitud de su hazaña.

El noveno inning fue un torbellino de emociones para Blanco. Con el estadio retumbando de aplausos y gritos de apoyo, el lanzador admitió haber sentido nerviosismo y ansiedad, especialmente en el turno de George Springer. A pesar de los obstáculos, Blanco logró mantener la calma y cerrar el juego de manera impecable.

“Incluso sentí nerviosismo en ese instante. Estaba muy ansioso en ese turno contra Springer, quería terminar el inning ahí, pero gracias a Dios se logró el siguiente objetivo que era sacar de out al otro bateador”, compartió Blanco, reflejando la intensidad del momento.

Para Blanco, el apoyo de la afición dominicana es un impulso invaluable. En un gesto de agradecimiento, envió un saludo afectuoso a todos sus compatriotas que lo han respaldado en cada paso de su carrera.

“Un saludo a todos los dominicanos que me apoyan. Los quiero mucho y gracias por estar ahí apoyando”, concluyó Blanco, dejando en claro que su éxito trasciende las fronteras del diamante y llega al corazón de su gente.

Con sus palabras, Ronel Blanco no solo comparte la emoción del momento histórico que vivió, sino que también resalta la importancia del amor y el respaldo de quienes lo rodean, recordándonos que el béisbol es mucho más que un juego, es una pasión que une a personas de todo el mundo en un mismo sentimiento de camaradería y alegría.

MLB