Uno de los momentos más bonitos en la últimas semanas de las Grandes Ligas de Béisbol sucedió este viernes 17 de junio en el Citi Field de los Mets de Nueva York.

Luego de que el puertorriqueño, Francisco Lindor sacudiera un jonrón con una dedicatoria especial.

Lindor ajustició al venezolano de los Marlins de Miami Pablo López que concedió un dantesco bambinazo por toda la pradera central del estadio de Queens.

El hecho conmovedor sucedió más allá de la celebración de Lindor el cual le dio a su mamá uno de los regalos más bonitos que le pueda dar un hijo a su progenitora.

La madre de Lindor visitó fue a ver por primera vez un juego de los Mets en su vida y el boricua lo celebró con un batazo de cuatro bases.

El estacazo de Lindor viajó a una distancia de 440 pies por todo el centro del diamante. Evidentemente no hay dudas de que esta bola habría quemado cualquier barda de cualquier parque en el mejor béisbol del mundo.

Más allá de la distancia en la que se fue el garrotazo es que también, el poder de velocidad fue inmenso al llegar a las 108.2 millas por hora.