Doug Glanville que jugó entre 1996 y 2004 en las grandes ligas, escribió en un artículo para ESPN, el sentimiento que se vivía en esa época entre los jugadores y es que notaban esos cuadrangulares kilométricos que ponía en dudas la integridad de algunos bateadores.
Se refirió a la misma impotencia que sentía frente a un oponente que tenía una ventaja injusta. No es que ese jugador no tuviera talento, es que ese talento sumado a dicha ayuda hacia la competencia injusta. Mientras todos los jugadores envejecían, a unos cuantos los años le pasaban por encima.
“Mientras leía los comentarios en las redes en apoyo a estos jugadores, se enojaba más, mientras se pregunta: ¿Cómo podemos celebrar a alguien que claramente aprovechó ventajas injustas para ganar?”
Doug fue compañero de Sammy Sosa mientras jugaba para los Cubs en 1996 y 1997. Sosa unos de los protagonistas de la batalla de los cuadrangulares en 1998, salió de la boleta del salón de la fama este año, luego de no ser elegido en ninguna de sus 10 oportunidades y es que el dominicano es ligado como uno de los consumidores de sustancias prohibidas antes de 2003.
“Con algunos de estos jugadores, sus defensores argumentan que habrían sido miembros del Salón de la Fama lo hubieran usado o no. Siempre he sido escéptico de que alguien pudiera saber con certeza cuándo o si un jugador comenzó a tomar PED. Pero lo que es más importante, cuando tomas una decisión que manipula artificialmente tu desempeño y tu futuro, tiñe tu pasado. Justo o no” indicó el nominado a los Emmy.
Uno de esos jugadores fue el dominicano Manny Ramírez, quien decidió retirarse de las grandes ligas en 2011, en lugar de asumir una suspensión por 100 partidos al dar positivo a los programas de drogas de Major League Baseball.
“Simplemente no podemos decir qué harían o serían estos jugadores mejorados sin ese consumo. Fui reclutado en 1991, una selección por delante de Manny Ramírez, un jugador que algunos llaman el “mejor bateador diestro de todos los tiempos”. Tal vez lo era; tal vez merecía ser reclutado antes que yo. Pero no fallé dos pruebas y me perdí 150 juegos por eso. No sé qué tipo de bateador hubiera sido sin lo que tomó. Nadie lo sabe. Así que hablar de elegirme sobre Ramírez es como comparar manzanas con naranjas. Ni siquiera estábamos jugando el mismo deporte al final. Bien por él, hizo su dinero, ganó campeonatos mundiales. Pero, ¿necesita ser consagrado como un ejemplo de lo mejor de nuestro deporte? La respuesta a esa pregunta realmente depende de nosotros.”
Ramírez que jugaba para los Dodgers de Los Ángeles en 2009, cumplió una suspensión de 50 partidos tras dar positivo en un control antidopaje, ese mismo año el New York Times reportó que Ramírez se encontraba en el grupo de 100 peloteros que dieron positivos a programa de drogas realizado en el 2003.
Bonds, Clemens y Sosa no fueron electos al salón de la fama de Cooperstown, pero Glanville sabe que la batalla de los votantes aún no termina, Alex Rodríguez y Manny Ramírez seguirán apareciendo en la boleta por los próximos años, pero espera que el resultado sea el mismo.