Los fanáticos de los Yankees de Nueva York sin lugar a dudas son uno de los más rudos de todas las Grandes Ligas y quizá de los deportes americanos. Estos no perdonan los errores y más aún cuando se cometen de manera tonta.
Esto le sucedió al mánager de los Bombarderos de Bronx, Aaron Boone tras salir derrotados contra los Orioles de Baltimore este jueves 19 de mayo como visitantes.
Los Yankees pudieron barrer en una serie de cuatro desafíos a los Orioles de Baltimore, pero las malas decisiones impidieron que estos dieran una estocada para buscar el favoritismo de cara al título de la Serie Mundial.
Una mala decisión de apretar el juego con los mejores lanzadores no fue lo que pensó Boone y el venezolano Anthony Santander se las hizo pagar con un cuadrangular para dejarlos en el terreno de juego de Camden Yards.
A pesar de todas las críticas infundadas por los teclados los Yankees de Nueva York siguen manteniendo un buen rendimiento en el juego. No todos los partidos se pueden ganar, pero es evidente que caer ante uno de los clubes más débiles de todo el béisbol hace hervir la sangre a los fanáticos de los Mulos del Bronx.
Los Bombarderos del Bronx sufrieron apenas su segunda derrota en 11 compromisos. Tienen todavía la mejor foja de las mayores, con 28-10 según reseñó una nota de la agencia AP.
Consiguieron su primer descalabro en 19 juegos en los que han tenido una ventaja de cinco carreras o más durante esta campaña y es por ello de las críticas de los fanáticos.
Nueva York estaba a un out de caer en la novena entrada, cuando DJ LeMahieu conectó un sencillo productor ante el taponero puertorriqueño Jorge López para igualar la pizarra 6-6.
El conjunto oropéndola respondió con Austin Hays que se embasó en un error del antesalista Josh Donaldson.
Con un out, Trey Mancini bateó un sencillo y el venezolano Santander siguió con un garrotazo por todo el bosque izquierdo, para llegar a siete vuelacercas en la campaña y ser considerado uno de los mejores peloteros de su pobre institución.
A continuación algunas reacciones de los fanáticos.