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La Federación Nacional de Peloteros Profesionales (FENAPEPRO) se encuentra en el ojo del huracán tras la demanda interpuesta por el ex beisbolista George Bell, relacionada con la venta de unos terrenos en Santo Domingo Este.

La venta de los terrenos, que abarcan más de 20 mil metros cuadrados, ha generado controversia debido a que no fue sometida a una asamblea de socios, lo que podría violar los estatutos de la Federación. Además, se ha cuestionado el pago de una comisión de intermediación que supera los 26 millones de pesos, representando un 18% del valor total de la transacción.

A pesar de las solicitudes de claridad por parte de los medios de comunicación, Erick Almonte se ha mantenido en silencio, afirmando que el caso se resolverá en los tribunales de la República. La Federación emitió un comunicado ratificando esta postura, asegurando que la venta se realizó de acuerdo con las leyes dominicanas y en beneficio de sus miembros.

El reporte económico de la Federación revela algunos detalles sobre esta negociación, indicando ingresos por ganancia en venta de activos y comisiones de venta, pero sin especificar si se refieren a la venta de los terrenos en cuestión. Las preguntas sobre este tema fueron evadidas por Erick Almonte, quien se encuentra en Estados Unidos trabajando como coach de bateo de los Cardenales de San Luis en la liga de novatos.

La falta de transparencia por parte de la Federación y su presidente ha generado incertidumbre sobre el destino de los fondos obtenidos por la venta de los terrenos y quién ha sido el beneficiario de la millonaria comisión de intermediación. Mientras tanto, la demanda de George Bell y su abogado busca la nulidad de la venta, agregando más tensión a este controvertido asunto.

En medio de este silencio, la pregunta que queda en el aire es: ¿Qué hay detrás de la opacidad de FENAPEPRO y quién se beneficiará realmente de esta transacción?