Los Yankees de Nueva York están teniendo en este momento una de las mejores temporadas en sus años recientes. Con récord de 69 victorias y 34 derrotas comandan la División Este de la Liga Americana con 11.5 juegos de ventaja por encima de los Azulejos de Toronto y todo indica que ganarán el comodín. Por otra parte poseen la mejor marca de todas las Grandes Ligas, por lo que podrían llegar a tener el privilegio de ser la mejor escuadra de la fase regular una vez que acabe la misma.
Sin embargo, uno de sus principales baluartes, el estelar lanzador Gerrit Cole, parece estar aflojando en un momento donde si bien no hay demasiadas preocupaciones, es bastante llamativa la merma de su rendimiento.
Para evidenciar esta situación solo basta analizar sus números desde el comienzo de la zafra hasta finalizado el mes de junio, mismos que le valieron para integrar el equipo del joven circuito en el Juego de las Estrellas celebrado en Los Ángeles.
Gerrit en retrospectiva
Entre abril y junio Cole tuvo récord de 6 triunfos y 2 reveses, efectividad de 2.99, 111 ponches en 87.1 entradas de labor y sus oponentes ante él tuvieron un promedio de bateo de .201. Por otra parte, solo alcanzaron a propinarle 12 jonrones y a anotarle 29 carreras limpias.
Una realidad diferente
A pesar de lo excelsa que fue para él la primera mitad, las cosas se torcieron para el ex de los Astros de Houston y los Piratas de Pittsburgh en el mes de julio. Con foja de 3-1, promedio de pitcheo de 4.03, 51 ponches en 38 innings lanzados y permitiendo a los rivales un average de .227 más 6 cuadrangulares y 17 carreras limpias, es obvio que hubo en retroceso notable en el desempeño del oriundo de Newport Beach, California.
Curiosamente no ha tenido problemas de control ni de velocidad, sino que parece más bien un ajuste realizado por sus rivales a partir del estudio de sus fortalezas y debilidades. Ahora es turno de que él haga lo mismo para salvaguardar su campaña que hasta junio había sido magnífica.