Muy distintas son las características de los jugadores que han pasado y siguen pasando por el béisbol de las Grandes Ligas. Esto quizás debido a las diferentes habilidades que se necesitan para jugar a este deporte y también por las formas diversas que existen de afrontar cada situación que en él se presentan.
Casos que pueden ilustrar perfectamente esta situación son por citar algunos ejemplos, la velocidad de Adalberto Mondesí, la fuerza de Aaron Judge o la versatilidad de Shohei Ohtani. Sin embargo, más allá de eso hay un tema que siempre ha sido debatido en las discusiones beisboleras de todo el planeta y es la estatura de quienes actúan.
Anteriormente se pensaba que para practicar el rey de los deportes en lo más alto, es decir en la MLB, había que ser alto. No obstante, jugadores como Chone Figgins y más recientemente José Altuve, han puesto en evidencia que esa no tiene por qué ser una verdad absoluta.
Ahora, de que hay toleteros muy pero que muy elevados en altura, los hay. Solo basta recordar al mítico Randy Johnson parado sobre el montículo con sus imponentes 2.08 metros para darse cuenta de la veracidad de esta afirmación.
Pero, ¿Los ha habido más altos que el zurdo que ganó 5 veces el premio Cy Young? Pues, justamente apareció uno hace muy poquito, tan poco como 1 día, y es el caso del que hoy te hablaremos.
El más alto de todos
El hombre más alto en ver acción en Las Mayores es Jon Rauch, lanzador que jugó entre 2002 y 2013. Bueno, lo era. En el día de ayer los Gigantes de San Francisco hicieron debutar a Sean Hjelle, serpentinero diestro de 2.11 metros que iguala en tamaño al ex de los Mets de Nueva York, Marlins de Miami y Nacionales de Washington, entre otras franquicias.
Salida segura
En su primera aparición en la Gran Carpa, el joven que hoy está cumpliendo 25 años de edad lanzó por espacio de un inning, retirando a los 3 rivales que afrontó, propinándole un ponche a uno de ellos.