La temporada 2024-25 de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) ha sido una de las más intensas y emocionantes de los últimos años. Y para Gilbert Gómez, mánager de los Tigres del Licey, esa intensidad se sintió en cada jugada, cada victoria y, sobre todo, en la amarga derrota que impidió el tricampeonato azul. Ahora, el dirigente tiene un objetivo claro: volver con el equipo para recuperar el título que, en sus propias palabras, les “arrebataron”.
Una temporada de emociones y desafíos
Desde el inicio de la temporada, el Licey partía como el equipo a vencer. Con dos títulos consecutivos en su haber, la expectativa del tricampeonato estaba en el ambiente, y tanto la afición como la organización tenían la mira puesta en una nueva celebración. Sin embargo, la historia no tuvo el desenlace esperado.
El equipo azul llegó hasta el último juego de la Serie Final con la oportunidad de coronarse nuevamente, pero una serie de jugadas claves determinaron que los Leones del Escogido fueran los que alzaran el trofeo. Un batazo peligroso de Francisco Mejía que terminó en una atrapada espectacular de Sócrates Brito y un jonrón oportuno de Junior Caminero inclinaron la balanza a favor del equipo escarlata.
Esa derrota dejó una sensación de deuda pendiente en Gómez, quien no esconde su deseo de revancha. “Nos quitaron la corona, nosotros peleamos hasta el final y nos quedamos con esa hambre de conseguirla”, expresó el dirigente en una entrevista con Diario Libre.
¿Volverá Gómez al mando del Licey?
El futuro de Gilbert Gómez en el banquillo azul aún no está completamente definido, pero tanto él como la directiva del Licey han expresado su intención de mantener la relación. “Esa es la intención”, afirmó el mánager, quien próximamente viajará a Estados Unidos para dirigir en la Clase A de los Mets de Nueva York.
Si bien ambas partes han optado por tomarse un respiro tras la extenuante temporada, Gómez espera que pronto haya conversaciones más formales para su continuidad. “La idea es esa, la idea es, por lo menos de mi parte, continuar al frente de la tropa”, aseguró.
Una campaña agotadora, pero llena de aprendizaje
Para Gómez, de 32 años (próximo a cumplir 33 en marzo), la última temporada ha sido la más intensa de su carrera, tanto como jugador como en su faceta de dirigente.
“Esta tiene que ser la temporada más intensa”, afirmó, señalando factores como los 49 partidos de la serie regular, un round robin muy competitivo, los retrasos por lluvias y una final que se decidió en el último batazo. Todo esto convirtió la 2024-25 en una experiencia agotadora, pero enriquecedora.
La intensidad del torneo no solo puso a prueba su capacidad táctica, sino también su liderazgo. Mantener al equipo enfocado en medio de tantos altibajos no fue tarea fácil, pero Gómez supo manejar la presión.
El difícil momento de dejar el béisbol como jugador
La historia de Gilbert Gómez en el béisbol no comenzó en el dugout, sino en el campo. Firmado como jardinero por los Mets de Nueva York en 2009, jugó en las ligas menores y llegó a Doble A en 2015. También tuvo participación en la LIDOM con el Licey y en la Liga Independiente antes de decidir retirarse en 2017.
Su decisión de colgar los spikes no fue sencilla, especialmente porque su hermano menor lo veía como un referente. “Sentía que le estaba fallando como modelo a seguir”, confesó. Sin embargo, encontró en la dirección técnica una nueva manera de seguir ligado al deporte que ama.
Un 2025 con ambición de revancha
Si bien todavía no hay un acuerdo oficial, el deseo de Gilbert Gómez es claro: regresar al Licey con una misión, recuperar la corona perdida y demostrar que el equipo azul sigue siendo la potencia del béisbol dominicano.
El 2025 se perfila como un año de grandes expectativas para la organización, con un roster que buscará fortalecerse y un dirigente que, de volver, tendrá un objetivo claro: escribir una nueva historia de éxito con los Tigres del Licey.
Los fanáticos, por su parte, esperan con ansias el desenlace de esta historia, en la que Gómez y el equipo azul buscarán saldar la deuda pendiente de la última temporada.