El mánager de los Rangers Chris Woodward minimizó el jonrón para dejar en el campo a los vigilantes el pasado domingo pegado por el venezolano Gleyber Torres.
Woodward mostró todo su enojo por la derrota y quizás habló de mas luego del revés de su equipo ante los Bombarderos del Bronx.
El estacazo de Torres sirvió para que los Yankees de Nueva York consiguieran su triunfo 19 de la temporada y se convirtieran en uno de los clubes del joven circuito con mejor inicio de temporada.
“Ese es un out fácil en el 99% de los estadios de béisbol (…) Simplemente lo golpeó en un estadio de béisbol de las Pequeñas Ligas”, enfatizó y menospreció el mentor de Texas sobre el petardo a las gradas del venezolano Torres.
Torres está tomando un segundo aire en su carrera deportiva luego de que podría presumir que buscara un nuevo horizonte. El toletero caraqueño se ha ganado a pulso cada una de las oportunidades que le ha dado el capataz Aaron Boone.
A lo largo de la campaña regular, el de Venezuela lleva cuatro cuadrangulares propinados. Dos en el Yankee Stadium y el resto en la ruta por lo que su poder para sacar pelotas no puede estar en tela de juicio.
Los otros bambinazos llegaron en el parque de los Azulejos de Toronto y en el de los Reales de Kansas City.
De hecho, a lo largo de su carrera deportiva que inició en el 2018, Torres ha sacudido 42 batazos de vuelta entera en el templo de los Yankees y 36 en la carretera teniendo registros muy similares para tratar de tener una matriz de opinión sobre el talento de dar cuadrangulares fuera o dentro de casa.