La temporada 2022 de las Grandes Ligas está en veremos debido a un cierre patronal. Sin embargo, no es el primero que ha atravesado el organismo que rige al béisbol en los Estados Unidos y el mundo.

A lo largo de los años, varios son los eventos similares que se han vivido. Específicamente, son 5 las veces que se ha perdido o ha estado en peligro de perderse parte del calendario de Las Mayores por conflictos entre la MLBPA (fundada hace 56 años) y la MLB.

Pero, ¿Por qué ocurren estos eventos cada cierto tiempo? ¿Seguirán ocurriendo en un futuro? Analicemos uno a uno los escenarios y lancemos un veredicto al respecto.

La huelga de 1972

El problema ocurrió cuando Marvin Miller, creador de la MLBPA exigió un aumento en las pensiones de los jugadores y la contribución de atención médica para los mismos. En principio, el plan no era caer en un conflicto legal, pero cuando su contraparte se negó a cumplir con estas solicitudes, se desató el conflicto.

Aun así, Miller intentó que la situación fuera resuelta por un árbitro independiente, pero una vez más los propietarios se negaron. ¿El resultado? Hubo huelga por parte de los peloteros, 13 días de juego se perdieron (86 juegos) y los dueños de clubes tuvieron que ceder.

La huelga de 1980

En esta ocasión, el inconveniente vino dado por temas de la agencia libre. La misma había sido creada hacía apenas 4 años, y los dueños de equipo interpretaron que debían colocarle restricciones. Por su parte, Miller y la MLBPA promovían una mejora sustancial en la compensación de los jugadores que eran agentes libres.

En vista de que no se cumplían sus peticiones, los atletas decidieron no participar en la última semana del Spring Training para manifestar su descontento. 92 juegos de exhibición dejaron de realizarse en ese entonces, pero MLB y MLBPA se pusieron de acuerdo a tiempo y para el Opening Day ya todo estaba arreglado.

La huelga de 1981

Esta fue la primera gran huelga en la Gran Carpa. Básicamente los acuerdos del año anterior fueron violados por parte de la MLB, según MLBPA. Estos últimos aseveraban que el arreglo anterior no les proveyó ningún beneficio y que si no tomaban cartas en el asunto, muy probablemente los propietarios acabarían con la agencia libre y los derechos de los jugadores que en ella se encontraban.

El comité encargado de mediar entre las partes ofreció un informe y 30 días de plazo para que se acercaran las posturas, pero esto no ocurrió y se perdieron los primeros 50 días de juego de la temporada.

Al final, los dueños dieron un paso al costado y aceptaron la medida de que cada escuadra protegiera a 25 beisbolistas, mientras que el resto pasarían a formar parte de un grupo del que podrían ser elegidos por equipos que perdieran a ciertos agentes libres. Pero la paz no duró demasiado.

Huelga de 1985

A pesar de que este conflicto solo duró 2 días y no se perdieron juegos, fue la primera vez que la MLBPA se vio obligada a recular. El arbitraje salarial cambió a 3 años en vez de 2 y Marvin Miller, fundador y hasta ese momento mandamás del sindicato de peloteros, se retiró. Sus palabras fueron las siguientes: “O empujas hacia adelante o te van a empujar hacia atrás”, haciendo referencia a que esta vez habían perdido en la lucha de intereses.

Huelga de 1994

Esta es sin lugar a dudas, la huelga más recordada y significativa en la historia de la MLB. Se perdió la última parte de la temporada regular y se cancelaron los playoffs, lo que conllevó a que no hubiera Serie Mundial ni campeón de las Grandes Ligas en ese año.

El 12 de agosto de 1994 los peloteros se declararon en huelga debido a que los dueños de equipos y la MLB les querían imponer un tope salarial. Ante esta circunstancia, solo una cosa podían hacer para ejercer presión: dejar de jugar y causarles pérdidas millonarias a sus jefes.

MLBPA y MLB terminaron en la corte, lugar donde la justicia negó la posibilidad de iniciar la temporada de 1995 con jugadores de reemplazo y desestimó el tope salarial. Una vez más vencieron los chicos de gorra y uniforme.

¿Qué ocurrirá en este 2022?

Después de analizar detenidamente la historia, nos damos cuenta de que quienes llevan las de ganar son los jugadores. Al fin y al cabo ellos son el centro del entretenimiento y sin su presencia, el deporte de las bolas y los strikes no sería posible.

Aun así, hay que entender que esta es una calle con solo dos carriles, uno de ida y otro de vuelta. Los propietarios solo pueden realizar un cierre patronal para presionar, mientras que los peloteros solo pueden declararse en huelga para responder. En ambos casos, pierde el juego y pierden los fanáticos.

Decir qué ocurrirá en el 2022 es muy arriesgado, nadie puede determinarlo con exactitud, y menos con antecedentes tan deprimentes. Lo que sí es seguro es que el eje central de la disputa es el dinero, y que en un escenario donde ambas partes pierden, lo mejor será acercar posturas y cortar por lo sano.